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José Tomás forma un alboroto en Huelva (video)

Viernes, 03 Ago 2012    México, D.F.    Redacción | Foto: Archivo          
Cortó tres orejas y salió a hombros tras cuajar dos faenas intensas
El desbordante ambiente que se vivió en Huelva al conjuro de los nombres de José Tomás y Morante de la Puebla, fue uno de los aspectos más atrayentes de una corrida donde los dos espadas se entregaron a rabiar y al final la suerte favoreció al torero de Galapagar, con dos de los toros más potables del encierro, a los que cortó tres orejas por una solamente de Morante.

Porque esta era una tarde muy especial, apenas la segunda de José Tomás en la presente temporada, y una de las únicas tres, después de la de Badajoz y la próxima de Nimes, en que se vestirá este año de luces en Europa.

Esta circunstancia tan particular obligó a la legión tomasista, que tiene adeptos en todos los países taurinos, a desplazarse hasta la plaza de "La Merced" de Huelva para presenciar el acontecimiento,  más aún con un torero tan emblemático como Morante. Así que la emoción estaba servida.

La partida la ganó José Tomás y fue porque su gente eligió toros que posibilitaron más lucimiento que los que llevó Morante. La faena grande vino con el toro de Jandilla, corrido en tercer lugar, al que saludó con ajustados lances y después hizo un quite por tafalleras, rematado con una larga de cartel que calentó mucho al público.

El trasteo mantuvo este tono de intensidad desde el principio, y en su parte medular surgió el toreo al natural con gran aplomo en las zapatillas y una autenticidad que hizo crujir a la plaza entera. Los pases de pecho, varios adornos y las manoletinas finales, compusieron una obra de hondo calado en el tendido. Y aunque mató de una estocada caída, la petición fue tan reiterada, que al presidente no le quedó más remedio que conceder una segunda oreja.

Lo que había hecho delante del toro que abrió plaza, perteneciente a la divisa de Victoriano del Río, fue apenas un aperitivo de la faena al ejemplar de Jandilla. El quite por chicuelinas y los estatuarios fueron un portento y la clave de una expresión artístico sin parangón. La eficiente estocada que colocó al término de su labor, le permitió abrir boca con la concesión de una oreja, aspecto que marcó el desarrollo del resto del festejo.

El quinto toro, de la ganadería de El Pilar, que en teoría iba a ser el del boleto, como se dice, fue descastado y se rajó en cuanto José Tomás trató de someterlo, de tal forma que no hubo manera de redondear una tarde que ya había tenido sus mejores momentos durante la lidia del tercero, con el que el de Galapagar formó un alboroto.

Morante no se dio coba con el primero de su lote, un toro de Núñez del Cuvillo que fue complicado y se defendió prácticamente desde las primeras de cambio. Se lo quitó de encima de cualquier manera y a otra cosa, mariposa.

Espoleado ya por las dos orejas que José Tomás había cortado al tercero, Morante sacó lo mejor de su torería en el cuarto, de la divisa de Juan Pedro Domecq, que fue un toro bueno a secas, que duró poco, y con el que dejó para la posteridad un señero quite por verónicas. La faena, basada sobre la mano derecha, tuvo empaque y naturalidad, sobre todo cuando toreó en redondo con acusado sentido de la colocación y la hondura, meciendo siempre la muleta sobre el dorado albero. Y como mató de una estocada de efectos rápidos, le concedieron una merecida oreja.

En el sexto parecía que Morante podría sacar mayor provecho a un toro reservón, del hierrro de Zalduendo, pero lo cierto es que el toro de Fernando Domecq no quiso aportar nada y el torero de La Puebla del Río sólo le pudo robar muletazos sueltos con su característico sello.

Al final de la corrida, una gran cantidad de gente se tiró al ruedo a sacar a hombros a José Tomás, que hoy volvió a demostrar su genio, en una tarde de fuertes emociones y mucho toreo. Ahora habrá que verlo en su encerrona de Nimes, programada en la corrida matinal del domingo 16 de septiembre.

Ficha
Huelva, España.- Segunda corrida de la Feria de Las Colombinas. Lleno de "Agotado el boletaje", en tarde calurosa. Toros de Victorino del Río (manejable, un tanto flojo); Núñez del Cuvillo (complicado y reservón), Jandilla (bueno, con calidad, el mejor de todos); Juan Pedro Domecq (bueno, aunque duró poco); El Pilar (terminó rajándose), y Zalduendo (deslucido, se apagó pronto). Pesos: 550, 505, 507, 488, 504, 482 kilos. José Tomás (grosella y oro): Oreja, dos orejas y ovación. Morante de la Puebla (caña y oro): Silencio, oreja y palmas. Al finalizar el paseíllo ambos toreros saludaron en el tercio. El sobresaliente de este mano a mano fue el matador Fernández Pineda, que no intervino en quites. José Tomás salió a hombros.


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