Ruedo: El octavo Armillita
Miércoles, 20 Jun 2012
México, D.F.
Heriberto Murrieta | Récord
La columna de este miércoles
A fines de julio o a más tardar el 14 de agosto en Cantalpino (Salamanca) hará su presentación en público Fermín Espinosa Díaz de León, el octavo Armillita de la historia. Participará en un festival junto con Matías Tejela, César Jiménez y López Chávez.
Al día siguiente hará su debut como novillero sin caballos en la localidad de Hervás (Cáceres), alternando mano a mano con Juan de Castilla ante ejemplares de las ganaderías de San Pelayo y Carmen Lorenzo.
A los nueve años, Fermín le pegó sus primeros pases a una vaca muy clara en la ganadería jalisciense de Puerta Grande, minutos después de haber sido cuajada por su tío Miguel. Al día siguiente volvió a torear en el rancho familiar de Aguascalientes y cuando alcanzó los 16 años decidió en definitiva convertirse en torero. Desde el mes de enero se está preparando intensamente en la ganadería de El Capea, cuyo hijo Pedro se casará dentro de unos días con su hermana mayor.
La dinastía la fundó el banderillero zacatecano Fermín Espinosa Orozco. En Saltillo, el espigado Fermín empezó a abrirse camino como banderillero bajo el apodo de "El Campanero", pero cuentan que Saturnino Frutos "Ojitos" le encontró parecido con el peón español Esteban Argüelles, al que apodaban Armilla, y por eso decidió rebautizarlo con tal apodo, que con el paso de los años adquiriría celebridad y grandeza. Don Fermín clavaba banderillas y al mismo tiempo suelas y tacones en su oficio de zapatero.
Lo siguieron sus hijos matadores Fermín y Juan, así como el banderillero Zenaido, que no actuaba con el famoso apelativo, así como sus nietos matadores Manolo Espinosa Acuña y los medios hermanos de éste: Fermín y Miguel Espinosa Menéndez. También José Manuel Espinosa Flores, nieto de Zenaido, novillero y más tarde apoderado, tomó el apodo, anunciándose como "Armillita VII".
Así que el bisoño Fermincito será el iniciador de la cuarta generación de "Armillitas", el noveno en la dinastía, el octavo portador del apodo y el cuarto torero llamado Fermín Espinosa "Armillita". De éstos, uno fue zacatecano, otro saltillense y dos más -contándolo a él- hidrocálidos.
¡Regresa Atenco!
La legendaria ganadería toluqueña de Atenco, la más antigua del mundo, regresará a la Monumental Plaza México después de 30 años de ausencia. Enviará una novillada a principios de septiembre dentro de la Temporada Chica 2012.
Atenco no lidia en el coso metropolitano desde el domingo 3 de enero de 1982 con un cartel integrado por los novilleros José Alfredo Betancourt "El Chaval", Leonardo Mendoza "El Porres", Edgar Marín "El Caracas" y Antonio Carmona, así como el becerrista Juan Pedro Galán.
En Atenco nació Ponciano Díaz, el primer torero mexicano de alternativa, el 19 de noviembre de 1856. Era hijo de Guadalupe Díaz, el caporal de la antiquísima hacienda. "El torero con bigotes" fue uno de los grandes personajes de la cultura popular mexicana del siglo XIX. La ganadería, propiedad de los sobrinos de don Juan Pérez de la Fuente, es manejada actualmente por Jaime Infante hijo.
Aparte de la vacada atenqueña y las mencionadas en la columna pasada, también lidiarán encierros las ganaderías de El Nuevo Colmenar, San Felipe Torresmochas, Barralva, Rancho Seco, Xajay, Rodolfo Vázquez, Chinampas, José Raúl Cervantes, Yturbe Hermanos y Brito.
A los nombres de los novilleros que ya consignamos se suman César Ibelles, Juan Pedro Moreno, Alejandro López, José Antonio Guerra y Antonio Lomelín.
Relevo
Siempre estaré agradecido con Alejandro Gómez, quien me recibió en Récord la primavera de 2004. Luis Ramón Carazo, que escribía la columna y las crónicas taurinas en el innovador periódico, mostró entonces su grandeza al aceptar mi llegada. Alejandro siempre apoyó las ideas para enriquecer la sección taurina, anteponiendo un verdadero sentido periodístico sobre su personal escepticismo acerca del tema; pensando pues, como debe pensar el director de un periódico.
Fue pieza clave en el cambio de imagen del periodismo deportivo mexicano, principalmente en el aspecto de la independencia, deslindándose de la corrupción que durante décadas había infestado la fuente, propiciando una relación más profesional entre reportero y jugadores. Su opinión no tiene un precio, como sí lo tuvo el de tantas buenas plumas que sin embargo aceptaban disimuladamente el "chayo".
Con afecto, le deseo mucha suerte en sus nuevas encomiendas dentro de nuestro querido diario. También lo mejor para el competente Víctor Edú, a quien Carlos Flores le confirma una alternativa que es premio y a la vez faro de oportunidad para la consolidación periodística.
Noticias Relacionadas
Comparte la noticia