El novillero Óscar Amador, que reaparecía,  resultó herido en la novillada de esta tarde en Tlaxcala y solamente pudo dar muerte a su primero, escuchando palmas, mientras que el portugués Paquito Velásquez cortó una oreja en medio de algunas protestas.

La verdad nos dio mucho gusto ver la novillada magníficamente presentada, tal como acostumbra esta casa ganadera cuya bravura, exigió a los actuantes hacer muy bien las cosas; cuando esto no sucedió vinieron los momentos de apuro, y como ocurrió luego el percance de Amador que salió con las carnes abiertas.
 
Óscar había lanceado bien al primero particularmente por el lado izquierdo, quitó con decisión por ajustadas saltilleras y se plantó en los medios con la muleta plegada en la izquierda. Alcanzó a dar un pase cambiado por la izquierda y cuando trató de ligar otro con la muleta en la derecha, el novillo le propinó un volteretón cayendo maltrecho en la arena y lo buscaba con mucho celo,  fue ahí donde le metió el pitón en la cara interna del muslo derecho.
 
Cuando era sacado por las asistencias se le apreció de inmediato la herida; instantes después regresó al ruedo arrastrando la pierna provista de un torniquete; con pundonor y valentía ligó una serie derechista con intensidad que le corearon. Entró a matar calando al novillo en dos ocasiones antes del espadazo definitivo; había sonado un aviso que apenas se escuchó por las palmas del público en honor del muchacho.
 
De acuerdo a los informes inmediatos, Amador sufrió una cornada limpia de tres trayectorias en la cara interna del muslo derecho; fue trasladado al Hospital Central de Tlaxcala donde se le estabilizó para ser intervenido.  
 
Menudo paquete resultó para Paquito Velásquez quedarse con tres novillos, jugó bien los brazos lanceando a su primero al que Paco Salinas picó con acierto, sin embargo durante el tercio final no logró imponerse y habiendo estado errático al matar recibió un aviso.
 
El cuarto fue recibido con palmas del público por su bella y seria lámina. Paquito tuvo un gesto de compañerismo cuando a través de la radio brindó a su compañero herido siendo lo mejor que hizo, ya que después anduvo a la deriva lo que ocasionó división de opiniones.
 
 Enfrentó al tercero en sustitución de Óscar, era un novillo cárdeno claro y claro de embestida, con el que se gustó toreando de capa como la media verónica a pies juntos al rematar su saludo; vinieron algunos buenos muletazos por ambos lados aunque sin la firmeza necesaria para que trascendiera el trasteo, acertó con la toledana recibiendo un apéndice que algunos protestaron.