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El Payo retoma la senda del triunfo (video)

Jueves, 03 May 2012    Aguascalientes, Ags.    Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda           
La única oreja concedida en el festejo de hoy
La vida es una continua espiral de circunstancialidades, como la Fiesta misma, y la tarde de hoy, el destino quiso que El Payo sustituyera a Joselito Adame en Aguascalientes, tras la cornada que sufrió el hidrocálido hace 24 horas.

Decían los taurinos de otra época que los toreros debían ganarse los contratos en el ruedo, y lo que ocurrió al queretano confirma la regla, pues su entonada actuación del pasado 1 de mayo –en la que cortó una valiosa oreja– le sirvió para colarse a una segunda tarde del presente ciclo sanmarqueño. Nadie se lo habría imaginado.

Atrás quedaron los recuerdos de aquella feria del año 2010 en que tuvo la mesa puesta y toreo tres corridas sin que pasara nada, que suele ser lo peor para un torero. Ahora, las cosas eran distintas y al final, a base de férrea decisión, su nombre aparece en el cuadro de triunfadores de la feria.

No desaprovechó El Payo la ocasión de mostrarse como un torero que busca, afanosamente, recuperar el tiempo perdido; volver al sitio de privilegio que tuvo hace un par de años, cuando todavía el aluvión de matadores jóvenes de la nueva generación todavía no arreaba en el escalafón mayor.

Y por eso su repetición de hoy tuvo un valor añadido que vino a recordar que el queretano es un torero de raza; un hombre con carácter y valor, así como un oficio bien aprendido del que puede ir tirando cuando así lo exigen los compromisos taurinos.

El tercer toro de la corrida embistió con la cara alta, y solía terminar su recorrido distraídamente, así que no hubo demasiadas opciones de lucimiento. Pero ahí adentro tenía otro ejemplar de Teófilo Gómez, que llegó a la muleta con un punto más de transmisión.

Con la cabeza despejada y diversos recursos, el queretano metió en vereda al toro al que hizo una faena de menos a más, metido en las tablas, y obligándolo a continuar acudiendo a cada uno de los cites que le formuló en la distancia precisa para obligarlo a repetir. Esa fue la clave de una faena recia que el público jaleó con entusiasmo, más aún cuando a lo largo de la tarde se habían vivido pasajes de tedio provocado por la ausencia de raza de casi todo el encierro.

La certera estocada que colocó al primer toro de su lote fue el mejor ensayo de la que colocaría, minutos más tarde, al sexto, y fue de esta manera como volvió a cortar una oreja tras una buena estocada, y demostró que es un torero a tomar en cuenta; que de ninguna manera lo den por acabado, ni mucho menos.

Ahí está Madrid a la vuelta de la esquina, y El Payo ya sabe lo que tiene que hacer para afrontar dicho compromiso con esta mentalidad, la que ha adoptado en Aguascalientes… multiplicada el cuadrado si es que quiere retomar, verdaderamente, la senda del triunfo; un camino del que nunca debió apartarse.

La afición hidrocálida miró con mucho agrado la actuación de Uriel Moreno “El Zapata”, que tiene una peculiar manera de expresar y desde que se abrió de capa enseñó su mercancía delante de un toro serio, cornipaso de encornadura, que recibió un puyazo breve pero fuerte.

Lástima que este ejemplar, que tenía tipo de aquellos toros de San Mateo que gustaba criar don Antonio Llaguno, terminó desfondándose a lo largo de una faena que no terminó de levantar el vuelo.

El cuarto fue complicado, porque arrollaba con fuerza, y el de Tlaxcala no pudo lucir en el tercio de banderillas con la misma espectacularidad desplegada durante la lidia del toro que abrió el festejo, un hecho que acabó diluyendo la expectación que se había generado tras el regreso a esta plaza, nueve largos años después, de un torero diferente.

Alejandro Talavante se estrelló con un muro difícil de destruir, representado por dos toros reservones y venidos a menos, y eso que su tauromaquia no sólo está edificada sobre un estilo tan barroco como deslumbrante, sino también sobre un valor a prueba de fuego que le permite ponerse en el sitio para tirar de los toros quedados. Pero hoy no pudo ser.

Esperemos que la próxima tarde tenga más suerte en el sorteo, para ver si reverdece el triunfo del año anterior, cuando cuajó una de las faenas estelares de la feria al toro “Niño Bonito”, de Begoña, al que le perdonó la vida.

Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Séptima corrida y noveno festejo de feria. Poco más de un tercio de entrada (unas 6 mil personas) en tarde muy calurosa. Seis toros de Teófilo Gómez, bien presentados pero carentes de raza en su conjunto. Pesos: 500, 470, 511, 488, 504 y 464 kilos. Uriel Moreno "El Zapata" (salmón y pasamanería blanca): Ovación en su lote. Alejandro Talavante (celeste y oro): Ovación y palmas. Octavio García "El Payo" (azul rey y oro), que sustituía a Joselito Adame: Palmas y oreja.


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