El hidrocálido Joselito Adame cortó una oreja en su debut en la Real Maestranza de Sevilla, una de las gratas noticias de la temporada mexicana en Europa, y lo hizo tras una entonada labor ante el sexto toro, de el Conde de la Maza.

Adame consiguió fijar la atención del público en un quite por zapoponas que le hizo a este ejemplar. Comenzó la faena con estatuarios rematados con un bonito pase de desprecio y dio una buena tanda de naturales. También por la derecha ligó una serie buena rematada con un airoso trincherazo.

Quiso seguir pero el toro hizo por rajarse y sufrió un desarme. Bonitos naturales a pies juntos con el toro rajado pusieron punto final a su faena, una labor que, bien rematada con la espada, le valió para conseguir el único triunfo de la corrida.

El tercero fue un toro manso que huyó de todo en los primeros tercios. En la muleta, Joselito Adame consiguió fijarlo y hasta ligar una buena serie por la derecha, pero el animal se echó al final de la misma. Volvió a hacerlo en la siguiente y Adame no tuvo más remedio que ir por la espada. Mató de estocada entera y fue ovacionado.

El primero de la tarde avisó de su peligro a las primeras de cambio, poniendo los pitones en la hombrera a Luis Bolívar en el tercer muletazo. El torero no se afligió e intentó sacarle partido planteando los muletazos de uno en uno, sin intentar ligar. El toro poco a poco acortó su viaje y no hubo posibilidad de faena. Mató de pinchazo y estocada, para ser silenciado.
 
El segundo de su lote fue un toro complicado, pues buscaba al torero. Bolívar logró meterlo por el pitón derecho a base de sobarlo y de llevarlo muy tapado. Tuvo mérito su labor y llegó incluso a sonar la música, teniendo que parar al ser desarmado. Posteriormente volvió a lograr una serie por la derecha y se fue a por la espada, culminando su meritoria actuación con una estocada y fue ovacionado.
 
Salvador Cortés vio pronto que el pitón bueno del segundo toro de la tarde era el izquierdo y por ahí consiguió tres series con buenos muletazos. Cambió a la derecha y también dio una tanda bien rematada con largo pase de pecho. A partir de ese momento acortó distancia y exprimió las últimas embestidas del toro del Conde de la Maza. Mató de media y fue ovacionado.
 
En quinto lugar se las vio con un toro tardo al que le costaba embestir y al que entendió mejor con la derecha que al natural. La faena no caló en los tendidos a pesar del esfuerzo de Salvador Cortés por hacer andar al toro. Mató de media desprendida.