Antes del lunes 30 de abril, 66 diputados votarán a favor o en contra del dictamen, ya aprobado por una comisión de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, para prohibir las corridas de toros en la Ciudad de México.
En el pasado, los toros se suprimieron en esta urbe bajo el mandato de los presidentes Benito Juárez (1867) y Venustiano Carranza (1916). El "efecto Cataluña" ya nos alcanzó. Al igual que en Barcelona, el movimiento antitaurino claramente tiene tintes políticos. ¡Qué casualidad que el asunto de la cancelación de los toros cobra vigencia en un año de elecciones presidenciales!
Pero mientras en México se cierne la amenaza más grande de las últimas décadas contra la continuidad del arte del toreo en su capital, paradójicamente se anuncia al mayor número de toreros mexicanos en la historia de la Feria de San Isidro, nada menos que ocho, siete matadores y un novillero.
¿Esto representa la concreción de la anhelada reciprocidad? Aunque es cierto que las temporadas mexicanas difícilmente podrían darse sin españoles (a diferencia de las españolas, que pueden desarrollarse sin extranjeros gracias a su autosuficiencia), para poder hablar propiamente de reciprocidad, los diestros mexicanos tendrían que ser programados en igualdad de condiciones y con el mismo número de puestos que los españoles ocupan cada temporada en México. Hay que recordar que para los coletas ultramarinos, la Fiesta mexicana es como un hotel de cinco estrellas en donde se hospedan con absoluta comodidad.
Sin embargo, tener programados a ocho mexicanos en carteles dignos en la Feria de San Isidro es en definitiva una ganancia y un motivo de alegría. El gesto debe entenderse como el reconocimiento al toreo mexicano contemporáneo, el premio al excelente progreso de varios diestros jóvenes que han tenido el acierto de prepararse en España, una forma de compensar tantos años de inequidad y el resultado de la labor de hombres como Manuel Martínez Erice, Rafael Herrerías y los distintos apoderados que se encargaron de cerrar las negociaciones.
Mención especial en este reconocimiento merece la plataforma de Tauromagia Mexicana, encabezada por Julio Esponda, sin cuya labor no se podrían entender los puestos de los que hoy gozan los mexicanos en los ruedos del Viejo Mundo. Tauromagia no se ha limitado a buscar obtener un garbanzo de a libra, sino que ha integrado una camada consistente de matadores jóvenes que el día de mañana serán las figuras dominantes.
Detengámonos ante cada uno de nuestros paisanos en San Isidro. Ya se conoce el enorme potencial de Arturo Saldívar, un torero enrazado, peleón, dueño de una gran mentalidad, que resulta siempre incómodo para sus alternantes.
Quizá El Payo no se encuentra en su mejor momento, pero es muy posible que los toros de Torrestrella le brinden posibilidades de encumbrarse.
Aunque encabeza un cartel discreto, El Zotoluco, único veterano del contingente, no quiso perder la oportunidad de comparecer, quizá por última vez, en el serial taurino más importante del mundo. Hace tres meses durante una reunión en Yucatán, Alejandro Silveti encontró una excelente disposición por parte de Manolo Chopera y recibió la promesa -hoy cumplida- de programar a su poderdante, la todavía máxima figura del toreo mexicano.
Juan Pablo Sánchez confirmará su alternativa de manos de Morante, en presencia de Cayetano, dentro de un cartel de lujo que despierta la ilusión de los aficionados.
No le pide nada el marco de la ratificación del doctorado de Diego Silveti de manos de Sebastián Castella, con ganado de primera. Aunque se debilitó ligeramente el cartel tras la salida de El Juli, quien se ausentará del ciclo, Diego está ante una oportunidad inmejorable de proyectarse a lo grande.
Sergio Flores saldrá a comerse el mundo a puños y quitarse las espinas que trae clavadas como consecuencia de la negativa de los presidentes de premiarlo en sus dos últimas actuaciones en la plaza de la calle de Alcalá. Al tlaxcalteca le hierve la sangre porque considera que lo han robado.
Fermín Spínola, a quien también ultrajaron en su confirmación madrileña, e Ignacio Garibay, se ganaron a pulso su inclusión tras las honradas actuaciones que brindaron en Las Ventas el año pasado.
¡Suerte para todos ellos!