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Bolívar y Mondoñedo triunfan en Bogotá

Domingo, 05 Feb 2012    Bogotá, Colombia    Paulo Sánchez | Foto: Archivo         
El colombiano cortó dos orejas
Una gran corrida presentó esta tarde la ganadería de Mondoñedo en La Santamaría. Un encierro parejo, serio y con raza al que solamente Luis Bolívar logró cortarle las orejas.
 
Fue esta una tarde de la que vale la pena reseñar muchos detalles que fueron teniendo vida en el ruedo a medida que transcurría la tarde y el cielo se iba encapotando. El primero de ellos, el paseíllo de tres colombianos para la corrida de la emblemática ganadería cundinamarquesa.
 
Luis Bolívar
plantó cara a su lote con claridad de ideas y la decisión de los que esperan el triunfo. Desde que se abrió de capa mandó, y con la muleta impuso el buen pulso, el trazo largo y la paciencia. Cuando se hizo presente el viento y el toro se quiso rajar, Bolívar hizo un meritorio esfuerzo que mantuvo la intensidad de la faena. Una estocada desprendida fue suficiente para cobrar la primera oreja.
 
Segundo detalle, Bolívar asumiendo la lidia en el segundo tercio, solidario, responsable, maestro, acertado.
 
En el quinto, Bolívar de nuevo hizo gala del buen funcionamiento de su cabeza. Claro y rápido a la hora de tomar decisiones. Más técnica que lucimiento lidiando con el capote. Tercer detalle, el brillante puyazo de Luis Viloria, a ley y como mandan los cánones, alargando la vara, recibiendo con precisión, dejando el puyazo en todo lo alto y defendiendo con maestría la cabalgadura. El otro detalle corrió por cuenta de su matador, quien le obligó a saludar la ovación castoreño en mano.
 
En un recuerdo de los toreros de antaño, Bolívar inició la faena con la montera calada, el duende rondó el ambiente, para acompañar el gesto torero. El toro se arrancaba con bravura, humillando en cada muletazo y rebosándose en la muleta de Bolívar que siempre estuvo muy firme. Por el pitón izquierdo el toro perdió calidad y la respuesta de Bolívar fue acertar en los tiempos, y entender el comportamiento cambiante del toro. Poco importó que la faena perdiera en emoción, porque ganó en ideas. Justa la oreja que le abrió la puerta grande al colombiano.
 
Por la muleta de Ramsés pasó el mejor lote de la seria corrida de Mondoñedo. Al primero, que fue serio, le faltó clase y ofreció peligro por el pitón izquierdo. Apretó en el caballo de Rogelio Cerquera. En la muleta también cambió. Por el pitón izquierdo tuvo recorrido y por el derecho fue más defensivo. Ramsés consiguió una serie de naturales de buena factura que se sumaron al esfuerzo válido del bogotano ante el complicado toro.
 
El cuarto fue el toro de la corrida. Muy poco con el capote, acosado en el tercio el torero. La faena de muleta fue buena, con detalles de torería que emocionaron al público y arrancó oles prolongados. Templado el toro que fue a más, y artista Ramsés que prolongó sin necesidad la faena para terminar con altibajos. Escuchó un aviso luego de una estocada contraria. El presidente en el gesto injusto de la tarde, negó la oreja que era justa y pedida de manera unánime y solo premió con la vuelta al ruedo la calidad del toro, y el público en compensación aclamó al torero en una ovacionada vuelta al ruedo.
 
Santiago Naranjo mostró algunos detalles en los dos toros. Pero dejó dudas sobre su actual nivel. No la vio clara el manizaleño, y por momentos estuvo corto en ideas. Del segundo tercio en el tercer toro nació otro detalle para el recuerdo, y fueron los dos excelentes pares que colocó Ricardo Santana, que saludó otra gran ovación montera en mano.
 
En la faena de muleta mejor el comienzo que el final. Errado en la distancia y el toro se fue quedando un poco. Faena de poco vuelo y poco mando en la muleta.
 
El sexto de la corrida fue otro buen toro que se desplazó con calidad y al que Naranjo le endilgó series muy cortas, rematadas de manera prematura cuando el toro pedía ser lidiado. Fueron templados los naturales a media altura, que no lograron tampoco que el público se interesara en la faena. Faltaron las ideas cuando ya el toro se descompuso promediando la faena.
 
Otro detalle de esta tarde, fue que no hubo ni un solo pinchazo. Con diferentes calidades, pero en las seis oportunidades la espada penetró las carnes de los toros en el primer intento.
 
El último detalle y fotografía de la corrida, Luis Bolívar y el ganadero Fermín Sáenz a hombros por la puerta grande en medio del clamor: ganadero!, ganadero!, ganadero!.

Ficha
 
Bogota, Col.- Plaza Santamaria. Media entrada. Toros de Mondoñedo bien presentados, serios y con raza, todos aplaudidos en el arrastre, destacaron el cuarto de nombre "Bienvenido" #504, premiado con vuelta al ruedo. Pesos: 489, 500, 503, 510, 532 y 500 kilos. Ramsés (turquesa y oro): Silencio y vuelta al ruedo con petición tras aviso. Luis Bolívar (rosa palo y oro): Oreja y oreja. Santiago Naranjo (azul rey y oro): Silencio y silencio. Saludaron por excelentes pares, Jhon Jairo Suaza y Hernando Franco en el primero y Ricardo Santana en el tercero. Destacado el puyazo de Luis Viloria al 5o.


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