Al presentarse en la plaza de toros "La Macarena", Pedro Gutiérrez Lorenzo se encontró con su destino y es que hace dos años estuvo anunciado en el cartel, pero por las ahora añoradas lluvias, en aquel entonces la corrida se suspendió. Sin embargo, hoy, con una agradable interpretación del toreo, cortó dos orejas y salió a hombros.

Como un preámbulo de su triunfo, con su primer astado, El Capea estructuró una faena con matices muy interesantes. Primero ejecutó bellos lances con el capote, en los que jugó armónicamente los brazos, y más tarde hizo una faena bien pensada en la que salieron a relucir los recursos que el salmantino ha ido adquiriendo en su ya larga estancia en nuestro país. Lamentablemente, no pudo coronar su labor con la espada y se limitó a saludar en el tercio.

Con el quinto de la tarde, El Capea escribió una página que claramente puede dividirse en dos tiempos; el primero de ellos, cuando aprovechó las condiciones de un toro que, aunque se acostaba por el pitón derecho, permitió tandas de valía. Pero la parte más álgida del trasteo se dio cuando, después de un desplante, el de Cerro Viejo hizo hilo y lo volteó sin consecuencias. Acto seguido, el diestro volvió a la cara sin mirarse la ropa para aguantar las embestidas de un animal que para ese momento ya había desarrollado sentido.

Antes de sepultar el acero, el salmantino hizo un toreo que refleja ya un marcado mestizaje. Como premio a su valiente labor, recibió las dos orejas y se convirtió en el único triunfador del festejo.

Rodolfo Rodríguez "El Pana" festejó su cumpleaños 60 haciendo lo que más le gusta: torear. Desafortunadamente, las cosas no salieron como hubiésemos deseado todos. No obstante, dejó para el recuerdo varios detalles que supusieron un regalo que el "Brujo de Apizaco" compartió con un público que no deja de admirarlo.

Con su primer enemigo no se acomodó del todo y con atingencia lidió por la cara para retirarse en silencio. Delante del cuarto, El Pana trató de agradar desde que se abrió de capa, ello tras ejecutar un sicodélico lance de recibo. Con la muleta desplegó su peculiar estilo, destacando en varias series por el pitón derecho que calaron en los tendidos. El momento más intenso de la faena fue cuando, al estar escuchando "Las Mañanitas" que tocaba la banda, y a causa de la emoción, por un momento trastabilló. El veterano diestro resolvió con un molinete abelmontado y aunque falló a la hora de matar, la gente lo despidió con palmas.

Arturo Macías sigue en vías de retomar el sendero del éxito, y hoy vino a "La Chona" con la ilusión en la espuerta y aunque no logró el corte de apéndices, con su primero dimensionó un toreo al natural de altos vuelos. Aprovechando la potabilidad de su enemig,o puso en práctica lo que seguramente le aconseja el maestro Fermín Espinosa, y por momentos las series con la muleta en la mano izquierda fueron fuertemente coreadas. Cuando estaba todo listo para el corte de las orejas, la espada no surtió los efectos esperados y solo saludó una ovación en el tercio.

El que cerró plaza fue un toro infumable y aunque el hidrocálido buscó por todos los medio agradar, no logró trascender a los tendidos, y sólo quedó patente su entrega.