Estupenda tarde de Pablo en Manizales (fotos)
Sábado, 07 Ene 2012
Manizales, Colombia
Paulo Sánchez | Foto: Rodrigo Urrego
Aunque perdió la puerta grande con el rejón de muerte
Una actuación estupenda brindó esta tarde Pablo Hermoso de Mendoza en Manizales y, si no salió en hombros por la puerta grandem fue por fallar repetidas veces con el rejón de muerte delante de su segundo, perdiendo las orejas que tenía ganadas
Una faena cumbre a un toro sin clase y mucho pie, ejecutó esta tarde en su despedida de Manizales, Pablo Hermoso de Mendoza. El toro persiguió cuando se dolió de los rejones de castigo, pero luego el de la suerte ha sido el toro al tener delante al torero a caballo que tapó sus defectos.
Y es que todos en la plaza, sin excepción, vimos como Pablo hacía todo por el toro. Lo enceló cuando quizo rajarse, lo templó en todos los tercios, remató siempre las suertes y lo toreó empleando su variado repertorio, templando de costado, por los adentros, clavando banderillas al quiebro, a dos manos, realizando temerarios pero toreros giros en la cara del toro.
Y con la gloria en el esportón pinchó antes de dejar un rejón completo de muerte lenta, y su premio se redujo a una oreja, de dos que eran seguras por una faena que hasta el momento ha sido la mejor de la feria y a propósito la primera por la que se escucha el pasodoble Feria de Manizales, que en esta plaza se toca para acompañar las faenas excepcionales.
La segunda fue una faena de mérito en la que al sexto bis de la ganadería de Dosgutiérrez, al ser devuelto el titular, le instrumentó un rejoneo inteligente y de mucho dominio de los terrenos, porque debió comprometer sus cabalgaduras por poca movilidad del toro. Había que poderle y así lo hizo. Malogró una faena importante con los rejones de muerte, de los cuales necesitó cinco antes de que el sobrero doblara.
La terquedad como virtud, es como se podría titular la actuación de David Mora, debutante esta tarde en Manizales y que se ganó a la afición de esta plaza por su honestidad y voluntad de agradar y bien torear. En el segundo de la tarde al aire del toro logró preciosos lances. La faena de muleta fue una batalla en el ruedo en la que toro y torero se midieron y en la que al final Mora sacó mayor ventaja a pesar de ser embestido en dos ocasiones afortunadamente sin consecuencias. Una buena estocada no fue suficiente para que la presidencia concediera el trofeo, que cambió por una merecida vuelta al ruedo.
En el quinto de nuevo fue terco y en este caso el "Valeroso" (que asi se llamaba el toro) fue David. Tuvo al frente un toro sin fuerza que perdia las manos cuando apenas humillaba, incluso siendo llevado a media altura. No resistia una serie completa sin que se cayera. La faena pasó por consentir al toro, reposarse y hacer seda sus muñecas para no estropear la obra tesonera. Lección de honestidad, que le hizo inclusive pasarse de faena, y llevarse de Manizales una oreja a la porfía y a la honradez.
El colombiano Sebastián Vargas, aunque estuvo parco con la muleta, mostró su oficio en el tercio de banderillas al primero de la tarde, un toro noble pero con poca clase. Faltó poder en la muleta de Vargas, pero vale reconocer que su oponente se la puso difícil porque le faltó ese punto de casta que a veces justifica batirse en la arena.
En el cuarto de nuevo fue muy emotivo el tercio de banderillas que el mismo Vargas cubrió, y esta vez con cuatro pares, dos de ellos a la calafia. La faena de muleta comenzó sin transmisión porque el toro tampoco tuvo clase y ritmo, apenas buen tranco pero sin humillar. Vargas supo de distancias, pero olvidó el temple y de nuevo su labor fue silenciada después de escuchar un aviso.
Ficha Manizales, Colombia. Penúltima corrida de la feria. Tres cuartos de entrada en tarde variada (soleada al inicio y plomiza después de la mitad). Toros de
Juan Bernardo Caicedo, bien presentados, pero de juego dispar. Pitados 1o., 2o., 3o., 5o., 6o.. Aplaudido solamente el 4o., y silenciado el 6o. bis.
Sebastián Vargas (berenjena y oro): Silencio y silencio tras aviso.
David Mora (tabaco y oro): Vuelta tras petición y oreja.
Pablo Hermoso de Mendoza: Oreja y ovación tras aviso.
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