Muy bien presentados los toros del ex matador colombiano César Rincón, Las Ventas del Espíirtu Santo, para la primera corrida de abono de la 56° Feria de Manizales, que permitieron que la terna se luciera, pero que no cobrara las orejas por los fallos a espadas.

El sevillano Daniel Luque firmó lo más emotivo de la tarde, pero se quedó sin premio porque al igual que sus compañeros de cartel, anduvo desafortunado con el estoque. Su faena al quinto, tuvo variedad y temple, ante un toro que tuvo gran movilidad y prontitud cuando Luque le presentó el engaño.
 
Tiró de él con astucia y encendió al público de Manizales que se metió en la faena recursiva de Luque. Escuchó un aviso y fue despedido en medio de una fuerte ovación.  En el segundo, lució displicente ante un manso que se movió poco, pero al que también le hizo poco delante. No trascendió la faena y su labor fue silenciada después de una estocada atravesada y una trasera.

Ramsés dejó muy buen sabor en la afición de Manizales, que valoró su técnica y su reposo. En el que abrió plaza fueron meritorios los naturales ante un toro que se defendió a lo largo de la faena. Por el pitón derecho no logró sortear con tanta solvencia la guasa del toro. Dos pinchazos y una buena estocada dejaron todo en silencio.

En el cuarto, Ramsés estuvo muy asentado y con oficio. Manejando muy bien los trastes, aunque sin adelantar completamente la muleta cuando tiró del toro. Una buena muestra de manejo de los terrenos, de los tiempos y de la lidia, que transmitió mucho a los tendidos. En contraste a la entonada faena, un aviso por el mal manejo de los aceros. 

El manizaleño José Arcila presentó una nueva faceta en la plaza de Manizales, más pausado, con más temple y momentos de torería, inéditos en el manizaleño. El tercero fue un buen toro, reservón en el comienzo que fue de menos a más. Embistió con ritmo en los primeros pasajes de la faena en los que Arcila logró series templadas con la mano derecha, porque por el pitón izquierdo el toro no tuvo buen comportamiento. Dos avisos por su fallo a espadas, también dejaron la faena en silencio.

Triste final de la tarde con un toro manso, que desentonó en la corrida que en términos generales fue muy manejable. Manso desde que llegó al caballo en donde no apretó, ni recargó. Arcila no fue diestro con el capote y se excedió en la lidia, prolongando innecesariamente el tercio. El toro llegó sin fuelle a la muleta de Arcila y lo que siguió hasta el final de faena fue tan frio como la tarde.