La novillera Karla de los Ángeles se les fue por delante a sus alternantes, al cortar la única oreja durante el festejo novilleril que esta tarde tuvo lugar en la Plaza Jorge "Ranchero" Aguilar, donde actuaron tres novilleros y tres novilleras.
 
Le correspondió uno de los novillos ovacionados como fue el cuarto; su toreo con el capote lució poco mientras el piquero era derribado. Los doblones suaves del principio le permitieron a la novillera poblana marcarle el camino al de Atlanga que tuvo calidad y al que pareció haberle dejado dentro más muletazos, sin embargo los que ligó tuvieron sabor y temple; siempre ha sabido usar la espada y hoy así fue, colocó un espadazo delantero que fue suficiente y le concedieron una oreja.
 
Bajito bien hecho fue el que abrió plaza, correspondió a Jaime Ruiz, quien toreó bien con el capote para que César Morales se luciera prendiéndolo arriba tras arrancarse con alegría; vino un gran quite por gaoneras y la faena que brindó a Mari Paz Vega, fue realizada por ambos lados resolviendo bien antes de los fallos con el estoque, fue llamado a agradecer la ovación.
 
Sosería mostró el de Antonio Galindo, quien mantuvo la compostura durante su actuación; desde  los lances de recibo y el quite se notó que el astado duraría poco, el chamaco empezó sujetándose a las tablas para torear por alto, luego con suavidad corrió ambas manos aunque se apagó el novillo el torero dejó muestras de su quehacer, acertando con la espada al segundo intento y escuchando ovación.
 
Débil de remos fue el tercero para Carlos Fuentes, que se estiró al veroniquear. Se fue con la muleta a los medios donde inició con el péndulo y siguió por naturales, aunque estableció pausas muy largas que rompieron la continuidad, el novillo terminó con media embestida y un bajonazo de su matador lo mandó al destazadero.
 
En el lugar de honor salió un astado de regular comportamiento, con el que Melina Parra no fijó las zapatillas; sin malas ideas el novillo pero con la cabeza a media altura la torera no entusiasmo, todavía agregó lasernistas y tras medio espadazo caído se retiró entre palmas.
 
Cerró plaza la torera colombiana Rocío Morelli; lanceó con buenas maneras rematando con garbo; gustó con la muleta al estructurar una faena en la que los naturales fueron con temple y pinturería. En la parte final agregó pases de costado y al pinchar fue despedida con palmas.