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Emocionante creatividad de El Zapata (video)

Domingo, 04 Dic 2011    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: JRN           
Le cortó una oreja a cada toro

Uriel Moreno "El Zapata" regaló una vibrante actuación este día en la Plaza México, sobre todo al cubrir el segundo tercio de una manera tan espectacular como creativa, para terminar cortando dos orejas; la primera fue protestada y la segunda ganada realmente a ley.

El primero de su lote apareció en el ruedo mostrando un buen son y rematando con bravura en uno de los burladeros. Uriel lo recibió con faroles y largas cambiadas de rodillas, encendiendo los ánimos del público y dejando ver la desbordante actitud con la que iba dispuesto a encarar este compromiso.

Una pena que, cuando se le iba a poner al caballo, el de El Nuevo Colmenar enterró los pitones en la arena y a punto estuvo de darse una vuelta de campana, quedando muy mermado en su fuerza. De manera inteligente, el tlaxcalteca ordenó un castigo muy medido y luego puso las banderillas sin permitir que le dieran al toro ni un capotazo.

Para lograrlo, tomó los tres pares al mismo tiempo; primero colocó el monumental, luego aprovechó que el astado volvió pronto y dejó el violín, para finalizar con un par por dentro y, tras gallear garbosamente, dar la vuelta al ruedo ante una atronadora ovación por parte del respetable que no hizo una buena entrada, la menos en lo que va de la Temporada Grande.

En medio de un ambiente muy favorable, arrancó la faena con un par de péndulos, para luego torear con mucho temple con la muleta en la diestra, cuidando a un ejemplar que tenía voluntad para embestir pero que rodaba continuamente con la arena. Pese a ello, y a que el trasteo nunca alcanzó a despegar por completo, El Zapata bordó buenos instantes en redondo. Aunque la estocada quedó muy trasera y caída, el público pidió la oreja, misma que después fue protestada.

De nueva cuenta armó la escandalera con las banderillas ante el segundo de su lote, colocando el monumental y tratando de innovar con una suerte que ejecutó la semana pasada en Saltillo, dejando las banderillas en la arena mientras ponía otro par y luego volver por éstas, pero no la pudo consumar. Bien remató el tercio galleando delante de la cara del burel y emocionando al público de gran manera.

Siempre variado, Uriel comenzó el trasteo con el pase del imposible, difícil muletazo que puso en pie a la afición, ligado con cambiados por la espalda. El ejemplar vino a menos y terminó con la cabeza a media altura, pero El Zapata mostró siempre voluntad y estructuró una faena aseada en la que brillaron algunos pasajes con la mano diestra, creativo en los cites y en los remates.

Con una gran determinación, el tlaxcalteca se fue tras la espada y dejó una estocada casi perfecta, entera y en todo lo alto, que por sí sola valía una oreja, trofeo que fue concedido y que paseó con mucha fuerza por el redondel capitalino.

Manuel Jesús "El Cid" confirmó la alternativa ante el primero de la tarde, un ejemplar que acudía con prestancia a los engaños aunque sin gran transmisión. El sevillano dejó patente su clase al iniciar elegantemente el trasteo, cambiándose la mueta de mano para rematar esa primera serie.
 
De ahí en más, dejó trazos de buen acabado con la derecha, aunque le costó trabajo acoplarse a las embestidas, algo comprensible porque nunca había toreado en nuestro país y apenas pudo hacer algo de campo como previo a esta corrida.

El sexto de la tarde resultó muy complicado, pues llegó resabiado al tercer tercio y con medias embestidas, poniendo cuesta arriba cualquier opción de lucimiento para El Cid, que optó por abreviar. Regaló uno de Marrón, protestado debido a su escaso trapío pero que fue manajeble y delante del cual brillaron por momentos los pasajes con la mano izquierda, pues los trazos al natural fueron tan limpios como templados. De no pinchar, quizá pudo haber petición de oreja.

Manolo Mejía enfrentó en primer lugar a un ejemplar que acudía violento a los capotes, defendiéndose; empujó fuerte con los caballos y en la muleta mostró una bravura seca, repitiendo con fuerza. El de Tacuba logró buenos momentos, pero poco transmitió a los tendidos debido a la falta de continuidad y el trasteo vino a menos, como a menos vino también el toro, que fue ovacionado al vender cara su muerte.

Se segundo tenía cierta obediencia a los toques, pero terminaba con la cabeza a media altura, desluciendo los muletazos de un Manolo que, como siempre, ha demostrado el dominio de la técnica. Lástima que la faena no pudo leventar el vuelo, dado que también el toro terminó parándose y el público dividió opiniones.

Ficha
México, D.F.- Plaza México. Quinta corrida de la Temporada Grande. Unas 8 mil personas en tarde agradable y con algunas ráfagas de viento. Seis toros de El Nuevo Colmenar, bien presentados y de juego desigual, y uno de regalo de Marrón, protestado por su falta de trapío, manejable. Pesos: 520, 493, 523, 538, 488, 515 y 509 kilos. Manolo Mejía (verde esmeralda y oro): Palmas y división de opiniones. Uriel Moreno "El Zapata" (pizarra y oro): Oreja con protestas y oreja. Manuel Jesús "El Cid" (tabaco y oro), que confirmó alternativa: Ovación, silencio y palmas en uno de regalo.


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