Diego Silveti cortó una oreja y empató el resultado con el sevillano Manuel Escribano, durante la segunda corrida de la Feria de la Virgen del Perpetuo Socorro de Valencia, Venezuela, donde hizo su presentación como matador.
El torero mexicano cayó de pie eante la afición en el toro de su debut. De recibo ejecutó varias verónicas que remató con una media verónica. Ya con la muleta hizo una faena de mimo y consentimiento a un toro que se fue entregando a medida que lo fue sometiendo. Sus muletazos calaron hondo en el público. Perdió trofeos por culpa del mal uso de la espada.
Con el sexto, el diestro no se quería ir de vacio, y en el capote se ha lucido en los lances a la verónica. Ya con la muleta, no se aburrió, todo lo contrario, peleo y le busco la vuelta a un toro que tendía a rajarse, construyendo una faena a favor de tablas en medio de la música y poniendo a todos de acuerdo. Mato de estocada caída.
Manuel Escribano, en el segundo de lidia ordinaria, un toro parado y rajado, no pudo hacer sino justificarse con buena actitud y solamente lució en banderillas antes de matar con eficacia.
Con el quinto estuvo muy bien con el capote, y más tarde la gente se volcó en la faena. El español colocó cuatro espectaculares pares de banderillas, poniendo a la plaza boca arriba. Con la muleta realizó una faena entonada a un toro justo de fuerzas, al que consintió a base de porfiar y logrando que el toro rompiera a más. La faena discurrió por ambos pitones en medio de la entrega del público. Mató de estocada entera y dos golpes de descabello para cortar una oreja.
A Otto Rodriguez le tocó en suerte el peor lote de la tarde, toros sin raza, mansos y sin recorrido, con los que estuvo voluntarioso e insistente pero no tuvo material.
El rejoneador Jose Luis Rodriguez, con su primero, un toro abanto de salida, se mostró voluntarioso pero sin material para el lucimiento. Y con el octavo, que fue de regalo, volvió a estar aseado y perdió un trofeo por fallar con el rejon de muerte. En ambos toros mató de rejones caídos.