Sebastián Castella firmó una gran faena al quinto toro, de la ganadería de Marrón, al que le tumbó dos orejas, mientras que Juan Pablo Sánchez consiguió idéntico premio del tercer ejemplar, de Bernaldo de Quirós, en la corrida nocturna celebrada hoy en San Luis Potosí.

El torero encontró en "Tabernero" de Marrón, quinto de la noche, un ejemplar dócil, con codicia, bravura, y recorrido. Artista con el capote, Castella recibió con pintureras verónicas al toro que promedió 462 kilos en la báscula.

Estoico en el centro del redondel inició su trasteo con un cambiado por la espalda que calentó el ambiente en los tendidos y que presagió, a la vez, la calidad con la que embestiría el burel de la dehesa guanajuatense. De trazo largo, y con recorrido, Castella plagó la faena de series artísticas, con serenidad magnificó la codicia del ejemplar, al que continuó hilvanando una trasteo lleno de recursos, variedad e inventiva.

El temple y la autenticidad continuaron aderezando la encumbrada actuación que convirtió en ese momento a Castella en amo y señor del redondel, pues con cada pase, cada trazo, lograba emocionar y calara hondo en la afición potosina que comenzó a solicitar al juez de plaza el indulto para el toro de Marrón, el cual no fue concedido, por lo que el francés continuó recreándose y disfrutando su quehacer muleteril.

En la suerte suprema, y con la gloria en la espuerta, dejó una estocada certera al segundo viaje, firmando así una tesonera actuación que le valió el corte de dos trofeos. El toro recibió arrastre lento.

Con su primero, "Pardo", de Bernaldo de Quirós, puso el sello propio para con despaciosidad y a pies juntos dibujarse con la capa. Con paso firme, el diestro se enfrentó a un toro de poca fuerza, pero que le permitió momentos de clase y lucidez, logrando así instrumentar una faena con pundonor. Con la toledana despachó al segundo intento y se retiró entre palmas. 

En lo que respecta a la actuación de Juan Pablo Sánchez, el torero de Aguascalientes cuajó una faena de gran mérito con el primero de su lote, "Poeta", de Bernaldo de Quirós. Toreó bien con el capote, y con la muleta, sobrado de fina técnica, y facultades, hilvanó tandas con poderío y calidad, confirmando así que la solera y reposo que posee, cualidades que le apuntan para conseguir un sitio importante dentro de la fiesta brava. Dejó gran estocada para llevarse dos orejas; el toro fue aplaudido en el arrastre.

Con el sexto de la tarde, "Labastida", de Marrón, realizó una faena inteligente, con pasajes de gran calidad, aunque el toro no acometió con la fuerza necesaria, aún así el de Aguascalientes continuó con las zapatillas bien plantadas para sacar todo el jugo posible al ejemplar. Falló con el acero y se retiró entre las palmas del respetable.

Eulalio López "Zotoluco", se fue en vacío, pues le tocó lidiar con los toros más complicados del encierro, situación que no frenó al diestro de Azcapotzalco, que estuvo voluntarioso y dispuesto a congraciar al respetable que por momentos se mostró incomprensible con el torero, pues a pesar del gran esfuerzo, y los destellos de gran calidad, y maestría, le exigieron con fuerza, sin entender que poco se podía hacer con los toros que en suerte le correspondieron.