Tarde redonda se vivió en el octavo festival benéfico celebrado en el Cortijo "Campo Alegre", de León, Guanajuato, saliendo en volandas Ignacio Garibay y Joselito Adame, al cortar cada uno dos orejas; Garibay a la postre se llevó el trofeo en disputa, mientras que Fernando Ochoa, quien sustituyó a Arturo Saldivar y Octavio García "El Payo", se retiraron entre las palmas tras no poder coronar su actuaciones con el acero.

La tarde abrió con la lidia de "Isseg", que correspondió al michoacano Fernando Ochoa, quien saludó con cadenciosas verónicas a un ejemplar que tuvo codicia y permitió al torero templar e hilvanar de inicio en su trasteo dos buenas tandas por derechazos.

Al probar por pitón izquierdo, el burel no acometió con la misma fijeza y emotividad, huyendo constantemente. Ochoa continuó en el mejor el ánimo de seguir sacando todo el jugo posible a la faena, por lo que nuevamente consiguió el objetivo de someter al ejemplar a su muleta, pero el toro terminó por rajarse. Acertó al tercer viaje para retirarse entre los aplausos del respetable.

El segundo llevó por nombre "Flexi" y tocó en turno a Ignacio Garibay, quien lo lanceó con verónicas dibujadas para después de ejecutar un vistoso quiete por chicuelinas antiguas que remató con una larga.

Corrió la mano a placer, pues tuvo en sus manos a un ejemplar con condición, fuerza, y recorrido, que aunque por momentos le hizo ver su suerte, también le permitió estar a la altura, pues el diestro sacó la casta y bordó una faena inteligente, variada y con el sello artístico que distingue la tauromaquia de este diestro. La estocada fue certera y suficiente para pasaportar al ejemplar de De Santiago, siendo el premio al esfuerzo de Garibay el corte de dos orejas.

El tercer espada fue Joselito Adame, quien lidió a "Banorte", ejemplar al que supo entender desde el inicio el diestro hidrocálido, pues con el percal lo recibió con suavidad, y elegancia; quitó vistosamente por chicuelinas, y cubrió con alegría y sobradas facultades el segundo tercio.

Al toro le dio tiempo, reposo y espacio, debido a su poca fuerza, por lo que Adame fue obligado a mimarlo para conseguir buenos trazos, de calidad, y con peso que calaron fuerte en los tendidos del bello y cómodo Cortijo de "Campo Alegre".

Con la inteligencia y tenacidad que caracteriza al oriundo de Aguascalientes, Adame fue construyendo una faena de inventiva y sobrada técnica. En la suerte suprema acertó al primer viaje para recibir las dos orejas del astado-

El ejemplar que cerró plaza fue "Grupo Pima", con el que El Payo, tuvo buenos momentos con la capa y la muleta, pues el toro no fue una perita en dulce, debido a su poca fuerza. El queretano, quien también estuvo dispuesto, dibujó buenos pasajes. Dio muerte al segundo intento.