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Espectro Taurino: De otra pasta

Sábado, 14 Jul 2018    CDMX    Jorge Raúl Nacif | Opinión   
"...ensalzando los más grandes valores humanos..."

El espeluznante percance que Juan José Padilla sufrió el pasado sábado en Arévalo no fue impedimento para torear y triunfar con fuerza ayer en Pamplona, lo que nos demuestra que este torero está realmente hecho de otra pasta y cuenta con una voluntad inquebrantable.

Y es que Padilla sufrió arrancamiento de cuero cabelludo, en una escena terrorífica. Ayer toreó "como si tal cosa", siempre entregado dentro de su campaña de despedida.

Desde que perdió un ojo en octubre de 2011 en Zaragoza, ha tenido que pasar múltiples ocasiones por el quirófano. Sin embargo, siguió adelante en su carrera, con un enorme amor por su profesión y ensalzando los más grandes valores humanos, convirtiéndose en un ejemplo.

Con las huellas indelebles y su ya característico parche, Padilla se vistió de luces nuevamente a tan sólo cinco meses de distancia con respecto al percance. referido Impulsado por una fuerza de voluntad sin parangón, así como el profundo amor a su profesión, el jerezano volvió a la carga.

En volandas salió aquella tarde del 4 de marzo de 2012 en Olivenza, primera corrida de una nueva vida y que a la postre marcaría un futuro diferente. Dos orejas cosechó El Pirata, a lado de Morante y Manzanares, con toros de Núñez del Cuvillo. Este festejo significó el triunfo de la vida, pero sobre todo la victoria de una vocación.

El primer toro que lidió en Olivenza lo brindó a los doctores Val-Carreres y García Perla, que fueron y han sido piezas fundamentales para su recuperación. Fueron varios compañeros los que a la postre lo sacaron a hombros, entre los que estaban Antonio Barrera, Miguel Abellán, El Fandi y Alejandro Talavante.

Luego de esta reaparición Juan José ha podido en combinaciones de mayor calado y tomar parte en prácticamente todas las ferias y temporadas del mundo taurino. El destino, si así se le quiere llamar, le tenía una recompensa grande.

Asimismo, el llamado Ciclón de Jérez fue el líder del escalafón europeo durante los años 2013 y 2014, con actuaciones impregnadas de una gran intensidad. Su concepto del toreo podrá gustar o no gustar, pero el mérito que tiene Padilla resulta innegable a todas luces.

Es importante señalar que los procesos de rehabilitación conllevan un esfuerzo superior, además de las ocasiones que el torero ha tenido que pasar nuevamente por el quirófano para corregir daños en el nervio facial, oídos y demás regiones.

Juan José Padilla, como ejemplo de fortaleza y amor a una profesión, tiene ya un lugar especial dentro del toreo. Ahora, en su campaña del adiós, no ha reculado ni un ápice y cada tarde continúa jugándose la vida alegremente.


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