Esta tarde, en el magnífico Coliseo Romano de la ciudad de Nimes, en Francia, recibirá la alternativa el novillero sensación de la actualidad. Andrés Roca Rey se convierte en matador de toros, y lo hace con una sólida proyección para poder llegar a los peldaños de figura del toreo.

Sobre sus espaldas carga la tradición taurina de su país, Perú, que durante décadas ha esperado un torero tan importante como lo puede llegar a ser Roca Rey. El joven limeño muestra pinta para figura, y en realidad desde la época de Raúl Acha "Rovira" no tienen los peruanos un torero que alcance ese galardón.

Andrés está haciendo un gran esfuerzo para poder presentarse hoy en Nimes, y no es para menos. Con carácter, luego de la cornada sufrida hace apenas semana y media en Villaseca de la Sagra, que incluyó una pequeña fractura en la mano izquierda, decidió "echar pa´lante".

Charlábamos con él a inicios de esta semana. Reconocía que no sentía bien la mano izquierda y que de hecho le será operada a principios de octubre, pero que por nada del mundo podía perderse la tarde de hoy. "El sábado pasa un tren en Nimes... y como sea tengo que subir las maletas", sentenciaba vía telefónica.

La historia de Andrés es similar a la de tantos otros que algún día soñaron con ser toreros. Forjado en la dureza de la profesión desde que era un niño y buscando abrirse paso en el siempre difícil sendero peruano, contó como primer apoyo con su hermano, el matador Fernando Roca Rey.

Fue el maestro José Antonio Campuzano una de las figuras más relevantes en la vida de Andrés, pues vio muchas cualidades en él y se lo llevó a España, país donde comenzó a construirse, día con día el camino ascendente de una profesión taurina.

No fue fácil para Roca Rey el hecho mismos de dejar su casa y a sus seres queridos, pero sabía que el trance era necesario para conseguir sus anhelos. Y si la Puerta Grande de Madrid hizo que el mundo del toro volteará completamente hacia él, sus triunfos constantes ratificaron que estamos ante un diamante de la novillería.

El torero peruano no solamente goza de una técnica bien aprendida y desarrollado oficio, sino que muestra carácter recio, aunado a un gran corazón y sin estar exento de arte. En realidad, se trata de un profesional completo, el cual seguramente podrá abrir exitosamente caminos también en México, planes que están más que cuajados.

Enrique Ponce le cede los trastos este día, en presencia de Juan Bautista. Inicia hoy una historia, una nueva lucha y un reto superior. Roca Rey está preparado para esto y para mucho más... no nos queda duda.