La apertura de la Feria de Puebla, en la plaza "El Relicario", tuvo como triunfadores al diestro Juan Pablo Sánchez y al rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, luego de llevarse un par de orejas cada uno, mientras que Mario Aguilar se fue de vacío en el festejo.

El primero en tocar pelo fue Juan Pablo en el segundo de la noche, mismo que resultó el de mayor movilidad y había empujado fuerte en una vara; conservó energías ante la muleta tersa del torero, que después de doblarse con suavidad trazó ayudados que entusiasmaron a la concurrencia y solicitó la oreja tras doblar el burel por efecto de la estocada desprendida.

El quinto con más pitones que el resto del encierro también empujó en el peto, aunque al tercio final llegó con menor recorrido. Juan Pablo construyó una faena fundamentada en el toreo derechista, teniendo que aguantar hacia la segunda mitad de la faena cuando el toro se le quedaba. La estocada caída y tendida no fue el mejor remate a su labor, por lo que consideramos que las protestas por la oreja otorgada, fueron con razón.

Apareció en tercer lugar Pablo Hermoso montando a "Napoleón", con el que clavó dos rejones bien colocados y se adornó toreando con la bandera. Luego sobre "Januca" clavó banderillas desiguales y con "Duende" se hizo aplaudir al son de "Qué Chula es Puebla". A toro parado montando a "Pirata", puso banderillas cortas y un par desigual a dos manos, seguidos de fallos con el rejón mortal, siendo hasta el cuarto intento cuando acertó retirándose en silencio.

Cerró plaza toreando bien con "Churumay" tras clavar un rejón; mayor respuesta tuvo de la gente montando a "Disparate" para cabalgar de lado y ejecutar La Hermosina . Siguió con banderillas cortas y un par a dos manos que resultó mejor; el rejonazo mortal produjo abundante hemorragia por su colocación defectuosa, lo que no impidió que le concedieran dos orejas con protestas para la segunda.

Para Mario Aguilar ha sido una noche triste, aunque había lucido en su primero con el capote en chicuelinas de mano baja, no logró calentar luego; fue hasta que se pasó la muleta a la zurda logrando los mejores muletazos de la noche por su temple y colocación; sin embargo, no logró conectar por la poca fuerza y codicia del toro. Tras media estocada tendida vinieron muchos descabellos que ocasionaron el descontento mientras sonaban dos avisos.

Su segundo con una vara llegó muy mermado de facultades perdiendo las manos varias veces, quizá la arena estaba muy floja, Mario hizo bien las cosas sin embargo tampoco conectó con el tendido, y se le volvieron a echar encima cuando pinchó terminando en silencio después de un aviso.