"Vengo a La México a resucitar": Luis Miguel
Miércoles, 11 Sep 2013
México, D.F.
Redacción | Foto: Archivo
Reaparece en la Plaza México un lustro después de su última actuación
El novillero Luis Miguel Pérez afirma que, pese a toda la adversidad que ha marcado su carrera, este domingo viene a La México "a resucitar" a costa de lo que sea, y dispuesto a jugársela para justificar su inclusión en el penúltimo cartel de la Temporada Chica.
"Estoy feliz de la vida con esta oportunidad que me brinda la empresa. En todos estos años he tenido que ser muy paciente para volver a La México luego de cinco temporadas de espera, así que voy a aprovechar al máximo la novillada del domingo porque vengo a resucitar y mi actuación será la muestra más grande de mi afición", afirmó Luis Miguel.
El torero capitalino, avecindado hace tiempo en San Juan del Río desde hace algún tiempo, es consciente de que tiene muchas cosas en contra. Sin embargo, no le importa nada de lo que se diga sobre su persona:
"Sé que a mucha gente ya no le parece que yo ande toreando en ganaderías o donde sea con tal de ver un pitón, pero eso a mí no me importa. Mi pasión más grande en la vida es ser torero y no me voy a quedar en el intento. Cuando debuté en México en 2008 las cosas se me dieron bien y lo malo fue que en mi repetición, quince días después, me dejé dos toros vivos por mi pésimo desempeño con la espada. Pero creo que mi actitud agradó a la gente, y de ahí me voy a volvera a agarrar", afirmó.
Con más de 40 años sobre las espaldas, y una afición desbordante, Luis Miguel se califica como un torero auténtico, que hace lo que se sale del alma:
"No ha sido fácil aprender a torear con tantas pausas y tan poquitas oportunidades, pero confió en mi valor y ambición. Me considero un torero auténtico, con carisma, que sale al ruedo a entregarse sin importar las condiciones de los toros. Sé que tengo muchas deficiencias técnicas, pero soy novillero y sigo en la lucha. Soy un soñador de gloria dispuesto a todo".
Los antecedentes taurinos de Luis Miguel se remontan a su padre, Manolo Pérez, que fue novillero a mediados de la década de los cincuentas y toreó en la Plaza México.
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