La actuación de Silveti ante la prensa española
Sábado, 13 Ago 2011
México, D.F.
Redacción | Foto: Circuitos Taurinos
El balance mediático es muy positivo
Presentamos a continuación un concentrado de las informaciones que este sábado presentó la prensa española acerca de la actuación de Diego Silveti en Gijón, donde ayer tomó la alternativa de manos de José Tomás y dio una vuelta al ruedo.
El Mundo: Talavante triunfa, José Tomás y Silveti torean (Zabala de la Serna)
"Emocionante fue el momento de la alternativa de Diego Silveti. Largo el parlamento de José Tomás. Sin desmonterarse. Alejandro Talavante presente pero apartado prudentemente. Torera ceremonia. Y emotivo el brindis al cielo de Silveti a la memoria del maestro y padre Rey David. Habían sido hermosas las gaoneras de Diego en el quite, y la faena con 'Lisonjero' fue sello de temple y personalidad. Como el comienzo con un bellisimo cambio de mano del prólogo. La mano del toro fue la derecha. Muy por abajo Silveti. Dos series extraordinarias. Quizá tres. Por el izquierdo no fue el mismo. Ya en unos naturales que empalmó muy mexicano con la tanda en redondo. Pero por ahí, ya digo, el empleo fue distinto. Los cambios de Silveti por una y otra mano parecían la guinda final pero fueron las bernadinas la despedida. Estaba la gloria a la espera. Pero la espada es la cruz de Diego como lo fue de Rey David. Ahí se dejó el triunfo.
"Y sigue en la sangre de Silveti en ese quite por apretadísimas saltilleras atropellando casi la razón. Tres pases cambiados en la línea del tío Alejandro. Bárbaros. La mano derecha de nuevo templada con el buen sexto. Queriendo hacer las cosas despacio. Pero bragado. Muy bien. El final por manoletinas ahora, otra espaldina. La oreja en el bolsillo o más. Y la espada otra vez que se interponía en su triunfo".
ABC: José Tomás, hegemonía de la izquierda (Rosario Pérez):
"La espada privó de tal honor a un prometedor Diego Silveti, quien firmó una histórica, notabilísima y emotiva alternativa en memoria del Rey David con un buen lote. Era la segunda vez que José Tomás apadrinaba. Y lo hizo con el bisnieto del Tigre de Guanajuato, con quien comparte sangre mexicana desde su gravísima cornada en Aguascalientes. Sangre de izquierda auténtica".
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"Sabíamos, sabíamos que se cerraría el círculo, y se cerró. Pasadas las siete menos cuarto de la tarde y a miles de kilómetros de su México querido, Diego Silveti se convertía en matador, el quinto de su herencia dinástica. Directo de allá, del otro corazón torero del Atlántico, donde José Tomás se escapó de milagro de las fauces de la muerte y en aquel mágico lugar, muy cerca, hace quince años se hizo matador. México del alma querido, para tantos.
"En esos segundos, que fueron largos, en los que Tomás ayer cedía los trastos sobrevolaban emociones del hoy y del ayer. Quizá, sólo él lo sabe, la mente de Silveti se arrastraba a la memoria de su padre, el Rey David, quien fue el elegido para dar la alternativa a Tomás, pero una lesión truncó el destino. Y trágico desenlace le esperaba después. Silveti brindó al cielo, se le agolparían los recuerdos, supongo. Brindis largo, que encadenaba noches en vela, o tal vez la promesa contraída de licenciarse antes de partir a la aventura en los ruedos.
"Había cumplido con su palabra, y cumplió después con la leyenda de su apellido. "Lisonjero", su toro, sabía el peso de su realidad, y descolgó en el viaje, sacó codicia y nobleza para que Silveti le armara una faena bonita, que no encontró espada. La misma que le perdió cuando todo acababa. En el sexto, y final. Habíamos dejado atrás emociones.
"Al toro de Salvador que cerró plaza, acontecimiento, le toreó a placer. Dueño del tiempo, sabiéndose en su sitio. Divino lugar, privilegiada meta. Nos cortó la respiración primero con un colosal quite por saltilleras de previo y gaoneras después. Vertiginosos lances, un canto a la pasmosa quietud de Tomás, que no perdía detalle.
"Diego toreó intenso, por México y por España, la tierra que ha visto su despertar. Por ambos pitones, encajó las embestidas, buenas arrancadas del de Domecq. Alegría para el toreo y faena de deleite. La espada no fue, no quiso y se dio una vuelta al ruedo con la virgen presidiendo en su capote de paseo. No hubo la foto. Se le escapó pero caló de lleno".
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