El rejoneador Sergio Vegas, que hace algunos años hizo larga temporada en México, sufrió una cornada gravísima en el pulmón izquierdo, al intentar dar muerte a pie al toro de Pablo Romero que había rejoneado en puntas en la plaza de Granada.

El percance resultó espeluznante, pues el toro lo enganchó por el pecho en el momento en que huía tras haber señalado un pinchazo, y luego de haber sufrido una fortísima voltereta en otro encuentro con el toro, que había desarrollado poder y muchas complicaciones.

El pitón le entró en el hemitorax y le produjo una trayectoria ascendente que atravesó el lóbulo superior y medio, y produjo una gran hemorragia, según el parte médico preliminar emitido por el doctor José Sánchez Ortiz.

El torero recibió las primeras asistencias en la enfemería de la plaza y posteriormente fue estabilizado para ser enviado e intervenido en el Hospital Ruiz de Alda de Granada.

Según las primeras declaraciones del médico, la cornada pudo haber sido mortal y se salvó porque la trayectoria fue ascendente y no transversal y no tocó el corazón, según pudieron apreciar los médicos en el hospital. Y se dio la circunstancia de que en el momento de que Sergio Vegas ingresó a la enfermería, estaban terminando de hacer una primera cura al matador Jesús Fernández "Yiyo" de una cornada en el muslo derecho que no le impidió salir a matar al sexto toro de esta accidentada corrida. Al finalizar la corrida fue enviado a la Clínica de la Inmaculada.

En este festejo tomó la alternativa Antonio Hernández "Chamaquito", que cortó una oreja en cada toro y también salió en volandas de la plaza, pero por la puerta grande acompañado por su padrino, José Antonio Cejudo "El Guejareño", que obtuvo idéntico número de apéndices.