Sebastián Castella va entrando poco a poco en el gusto del público mexicano. El diestro francés ha desarrollado un sitio tal, que se le ve actuar con una confianza absoluta en sí mismo. Y no sólo eso, sino que tiene la inteligencia y la sensibilidad que se requieren para entender perfectamente al toro mexicano y compenetrarse con él. La faena a su primer toro del domingo pasado fue un prodigio de dominio con momentos de inspiración, una combinación de valor con apuntes de buen gusto.
Aunque la corrida fue de más a menos, hay que celebrar el arribo de la bravura a la Temporada Grande, gracias a una ganadería con un alto grado de definición. Fernando Ochoa se puso a tono con la emotiva casta del primero de la tarde y por momentos toreó con sentimiento, exteriorizando su interior, aunque habría que reprocharle el dejar escapar una oreja de peso.
Sin menoscabo de su inagotable hambre de triunfo, Arturo Macías pareció acusar los efectos de un cambio en su desenvolvimiento. Y nos dio la impresión de que el público que se le venía entregando tarde a tarde, ahora le pasó factura, sometiéndolo a una fuerte exigencia a lo largo de toda la función. Hay que reconocerle a Macías haber dejado el dinero de México por intentar triunfar en España en condiciones complicadas. Ahora debe reencontrarse lo antes posible para volver a ofrecer la frescura de su propuesta sin ninguna interferencia.
Regresa el 12
La noche del domingo, Sebastián Castella nos informó que regresará a la Plaza México el domingo 12 de diciembre. Dijo que le alegra saber que volverá justo el día en que se celebra a "La Señora", refiriéndose a la Virgen de Guadalupe. Su reaparición provocará un entradón igual o mayor al del domingo pasado. El galo tiene cada vez más cartel en nuestro país.
Repeticiones
Las corridas de la Plaza México se están repitiendo cada sábado a la una de la tarde a través de Unicable, no a las doce del día como era la costumbre. Además, los sábados a la una y los domingos a las 3 de la tarde, los festejos de la Temporada Grande se ven en España a través del Canal de las Estrellas. El matador Manuel Laveaga, quien ahora radica en Madrid, es uno de los miles de televidentes de dichas repeticiones.
Accidente
La rejoneadora Mónica Serrano sufrió un fuerte accidente al caer de un caballo nuevo que reparó violentamente en la plaza de su rancho, cerca de la Ciudad de México. Se golpeó la cabeza contra un tubo y los daños fueron muy severos. Se encuentra internada en un hospital de esta capital. A pesar de la gravedad del percance, se mantiene en pie el plan de que su padre, Ramón Serrano, le otorgue la alternativa en los primeros meses de 2011. Deseamos a Mónica Serrano de Cantú que se recupere pronto y completamente.
Tributo a la hombría
El 15 de enero de 1978, los Forcados Mexicanos hicieron su debut como grupo en la plaza de Tenango del Valle con tanto éxito que al domingo siguiente repitieron en esa localidad. 32 años después, han publicado el libro "A cuerpo limpio", donde relatan sus increíbles peripecias y explican de manera didáctica cuál es la técnica que emplean para salirle al toro. Este es el prólogo, escrito por este redactor:
La historia de los forcados es un homenaje al amor propio y el valor. Pega a pega, los jóvenes de la forca han escrito páginas de hombría en la tauromaquia de nuestro país. Platicar con ellos es descubrir la descarnada realidad de la Fiesta. Halla uno que todo tiene sentido, que hay que saber "ver" a los toros durante la labor del rejoneador, que existe un impulso vital que los lleva a formarse en esa fila india cargada de tensión, arrestos y electricidad.
Ser forcado significa "quedarse", morir en la raya, vivir con audacia, tener el corazón y los redaños bien puestos, exponer la vida sin importar que la remuneración sea escasa o nula, tapar las heridas, seguir siempre adelante, inmovilizar a un toro y así, movilizar el espíritu.
Toros enteros, toros viejos, toros de media casta, cornadas de caballo, cornadas cerradas, fracturas… una galería que provocaría insomnio y cortaría la respiración a cualquiera. Les he visto las pantorrillas laberínticas y desprovistas de músculos. ¿Tiene esto algún sentido? Lo tiene, si lo miramos bien, desde el momento en que pegar toros se convierte en un compromiso interior que enriquece su existencia, que la provee de orgullo y honor.
¡Cuántas veces tuvieron que viajar largas distancias sin dormir, en viejos y destartalados camiones, hasta llegar a puebluchos lejanos con placitas de frágiles graderíos para plantarse delante de animales musculosos de 650 kilos con las astas aserradas y las puntas de los cuernos del diámetro de un centenario, con tal de alcanzar la estremecedora gloria de la pega consumada!
Y luego de regreso a la ciudad, a veces cargando la derrota y la frustración sobre sus cuerpos correosos y amoratados, sobre su esqueleto extenuado y crujiente, debilitado hasta el desmayo por los implacables arreones de las fieras. Pero, en medio de ese sentimiento, pasada la paliza de órdago, una liga única de hermandad, una lluvia de anécdotas y hasta espacio para romances con las guapas lugareñas que quedan prendadas de los cojones de los hombres de hierro.
En fin, ser forcado es toda una forma de vivir. Al llegar a sus 30 años de sobresaltada existencia, me descubro ante cada uno de ellos con respeto, admiración y afecto fraternal.
Defensa
Durante la presentación del libro, Javier Jiménez Gutiérrez recordó que son catorce las tardes en que los Forcados Mexicanos han actuado en la Plaza México. Estableció que lo que hace Enrique Ponce está escrito en verso, mientras que lo que hacen los forcados lo está en prosa. Y aseguró, dentro de un texto impecable, que en el mundo de los toros, junto al valor de la estética hay una estética del valor, y que ésta obliga al aficionado taurino a reconocer la belleza de una pega bien lograda.
Hazaña
Juan Carlos Fuentes, quien sufrió 19 facturas durante su época como forcado, logró una hazaña en 1988 en la plaza de San Buenaventura. Encontrándose sus compañeros exhaustos y derrotados moralmente, regresó al ruedo y consumó una pega solo, a un toro de Gastón Santos. Cuatro años después en el Lienzo Zermeño de Guadalajara, un torazo de 600 kilos de San Mateo le "informó" que debía retirarse al propinarle una paliza en la que le fisuró el hígado. Actualmente, Juan Carlos vive en Saltillo, donde trabaja para una empresa que produce champiñones.
Reconocimiento
El viernes pasado en San Andrés Cholula, Puebla, Rodolfo Rodríguez "El Pana" recibió el premio Yohualli, que en náhuatl significa "noche de estrellas", como reconocimiento a su largo historial como torero. Fue la décimo primera entrega de estas preseas. En la rama de artistas fueron galardonados Ignacio López Tarso, Irma Lozano, Eric del Castillo, Aída Pierce y Regina Torné.
Festejo en Pachuca
El 18 de diciembre en la plaza Vicente Segura de Pachuca se realizará un festejo mixto donde actuarán Pablo Samperio y dos alumnos de la escuela de tauromaquia de El Juli: José Arévalo y Antonio Lomelín, hijo de aquel acapulqueño desenfrenado que escribiera tantas páginas valerosas en la historia del toreo mexicano. El ganado será de la divisa de Montecristo, que atraviesa por un muy buen momento.