Los matadores Guillermo Albán y Guillermo Martínez triunfaron ayer en la corrida de feria celebrada en San Miguel, provincia de Bolívar situada a unos 200 kilómetros al sur de Quito, donde el espada tapatío permanece sin poder regresar a México, debido a la revuelta política que se desató en las últimas horas.

Ambos toreros protagonizaron una tarde muy interesante en la que se lidiaron toros de San Marcos, de unos 450 kilos de promedio, que dieron buen juego en términos generales, salvo el último, que fue complicado.

Guillermo Albán le cortó dos orejas a su primero, y al cuarto le hizo una lidia muy completa desde que se abrió de capa y, tras hacer una faena de altos vuelos, terminó indultado al ejemplar. El torero de Guayaquil recibió las dos orejas y el rabo simbólico.

Por su parte, Martínez no se quedó atrás y le cortó dos orejas al primer toro de su lote, al que realizó una faena por ambos pitones que rubricó de una buena estocada. Al quinto lo toreó con arrojo, pues resultó complicado y el público, que llenó la plaza, agradeció su esfuerzo y lo llamó a saludar en el tercio.

Además de los dos toreros a pie, en este festejo también actuó el rejoneador Wilson Valladares, que lidió dos toros de Charrón con los que estuvo bien en rejones y banderillas pero sin efectividad a la hora de utilizar el rejón de muerte. El balance de su labor fue de ovación y vuelta.

Martínez y su apoderado, José Mata, siguen a la espera de poder abordar un vuelo de regreso a México porque el tapatío está anunciado el próximo domingo en Texcatepec, Hidaldo, mano a mano con José Mauricio, con toros de San Martín.