El novillero toreó esta tarde a puerta cerrada al toro de Valparaíso devuelto ayer, y ofreció una lidia interesante y emotiva que sirvió al zacatecano para continuar con su preparación de cara a la alternativa que tomará el próximo jueves 16 de septiembre.

El ejemplar, que iba a lidiarse como primero de lote de Hilda Tenorio, y que fue devuelto porque salió del toril con un pitón flojo, hizo cosas extrañas de salida y no fue fáci de torear con el capote. Romero se concretó a bregarlo y lo colocó delante del caballo del picador Rodolfo Carmona, que le dio hasta tres puyazos porque volvió la cara en dos ocasiones.

Cabe destacar, que el toro no perdió el pitón izquierdo durante su encuentro con el picador, lo que un día antes se había temido cuando se ordenó su devolución tal vez un tanto precipitadamente.

Con la ayuda del subalterno Armando Ramírez, que lidió al toro en banderillas, Romero cubrió el segundo tercio con facultades y clavó tres aceptables pares de banderillas, de los que destacó el segundo.

Posteriormente, comenzó su faena con mando, doblándose y ganándole terreno al de Valparaíso, que embistió con transmisión y humillado por el pitón derecho. Romero se vio obligado a hacerle bien las cosas, pues el toro le exigía provocarlo en la distancia precisa para repetir las embestidas. Y así fue como le dio tres series de redondos de buena factura.

Al probarlo por el pitón izquierdo, el toro acometió con largueza, aunque punteando un poco en el último tiempo del muletazo, razón por la que decidió cambiar otra vez a la mano diestra hasta que el de Valparaíso se rajó en tablas.

Antonio eligió los terrenos más propicios para entrarle a matar y realizó la suerte con entrega, colocando una estocada entera, un tanto contraria, con la que finalizó una labor interesante a pocos días de convertirse en matador de toros en este mismo escenario.