El aspirante a banderillero potosino, Eduardo Noyola Beltrán, se examinará el próximo viernes 15 en la primera corrida de la Feria de San Luis, tras cumplir con el proceso que lo tiene a un paso de convertirse en torero de plata profesional, en el marco de un cartel donde actuarán José Mauricio, Calita, Armillita IV y José Sainz.
Eduardo forma parte de la dinastía de "Los Moruchos" que inició su bisabuelo, José Salgado, a quien le siguieron sus hijos Ricardo y Teodoro; luego vino su papá, Eduardo Noyola Salgado, todos picadores de toros, y ahora él, el único quien decidió convertirse en banderillero para engrosar la lista de esta familia de grandes profesionales.
Con la llegada de Eduardo a las filas de los subalternos potosinos, se rompe el ayuno que quedó tras el retiro de Carlos Barbosa, hace aproximadamente diez años.
"Estoy muy contento porque me confirmaron que mi examen será aquí en mi tierra, el viernes 15, con la corrida de Gómez Valle, por lo que si todo sale bien, San Luis tendrá un nuevo banderillero".
Eduardo Noyola Beltrán nació el 21 de mayo de 2002 en San Luis Potosí, y el pasado mes de julio se recibió también como Licenciado en Actuación, en la Universidad Autónoma de Querétaro, por lo cual también es actor. Desde la época de los hermanos Guillermo y Manuel Capetillo, en la década de los años 90, no había surgido un nuevo torero-actor.
"Mi afición, claro está, viene desde muy chico, cuando acompañaba a mi papá a sus corridas y me gustó todo el ambiente. Pero a los 10 años me dejó de interesar un poco. Si me gustaba, pero ya no lo acompañaba. Finalmente, a los 14 años volví a verlo y le dije que quería ser torero, pero que yo quería ser matador de los de a pie. Estuvimos platicando y se decidió que mejor me hiciera banderillero".
Comenta que se estuvo preparando en ganaderías y festivales externos para entrar en la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros.
"Fui a tentaderos hasta que me dieron el permiso para ser aspirante a banderillero. Entré a la Unión y debuté como aspirante el 7 de abril de 2019 en Cadereyta, Nuevo León, con una novillada de Golondrinas. Duré dos años y medio y me di de baja temporal de la Unión y me metí a estudiar actuación, carrera que terminé en julio pasado. A principios de año retomé la carrera de banderillero. He estado toreando en Aguascalientes, Monterrey, Guadalajara y otras plazas, no he dejado de torear. Luego ya se habló del examen y se consiguió".
Dijo que, a pesar de que él quería ser matador, afortunadamente le agarró pronto el gusto a la suerte de banderillas.
"Le agarré el gusto mucho y gracias a Dios se me han dado bien las cosas. He salido al tercio en muchas plazas. En San Marcos salí dos veces al tercio en una corrida. Me siento preparado y en sí en el examen me siento muy emocionado porque es un momento que he esperado y trabajado desde hace mucho tiempo. Claro que hay nervios, pero uno siempre quiere dar lo mejor. Siento un profundo respeto por el proceso que he tenido y ser examinado es una responsabilidad, pero también para demostrar cuánto he crecido tanto profesional, como personalmente. Estoy listo y también tengo mucha claridad sobre por qué estoy aquí y lo que significa para mi dar este paso, y volverme un torero de plata profesional".
Agradeció a su papá y a su padrino Eduardo Rivera y a Eduardo Reyna por estar apoyándolo en estos días de preparación, a la vez que está feliz de examinarse esa noche junto con ellos, ya que también tomarán parte en la corrida. La preparación de Eduardo ha sido el lunes y martes en la ganadería de Gómez Valle, miércoles en Espíritu Santo, jueves en un festival en San Luis de la Paz, el viernes estará en Marrón; el sábado irá a La Estancia, y el domingo actuará en el festival taurino que habrá en Santa maría del Río.
La próxima semana se preparará el martes en Monte Caldera y cerrará el miércoles y jueves en Gómez Valle, respectivamente, antes de ser examinado el viernes 15 en su tierra natal. ¡Mucha suerte, torero!