Cada año, Pamplona se desborda: más de un millón de personas la invaden durante los sanfermines. Es una fiesta de alcance universal. Los encierros son seguidos por millones de personas en televisión. En el 2025 han tenido mayor rating que los partidos del Real Madrid en el mundial de clubes. Ante esta popularidad, vale la pena recordar que fue Ernest Hemingway (1899-1961) el embajador involuntario de Pamplona y un defensor de una ética trágica. ¿Qué nos dice hoy su mirada sobre el valor, la autenticidad y el rito?
A principio de los años veinte del siglo pasado, Hemingway llegó a Pamplona y encontró más que toros y vino: descubrió un código de vida. El aventurero, siempre en busca del riesgo, vio en los sanfermines una escenificación del valor. Ahí se inspiró para escribir la que sería su primera gran obra "The Sun Also Rises" (traducida al español como Fiesta). Hemingway creó una atmósfera, una mitología. Desde entonces, miles de visitantes cada julio buscan apropiarse –a veces sin saberlo– de una experiencia ritual que Hemingway supo traducir al lenguaje moderno.
La novela despliega una prosa precisa, ágil, limpia de retórica. Un estilo literario que influyó en muchos escritores norteamericanos de su generación. Evitaba la sintaxis complicada y escribía con oraciones cortas y simples.
Después de The Sun Also Rises (1926), Hemingway siguió escribiendo sobre España y sobre toros. En 1932 publicó "Death in the Afternoon", un tratado donde traduce con detalle la tauromaquia de su época, y en el que expone su concepción trágica del valor, la muerte y el arte del toreo. Más tarde, "For Whom the Bell Tolls" (1940) trasladó esa fascinación por el carácter español al escenario de la Guerra Civil, aunque sin presencia directa de la tauromaquia. Ya en sus últimos años, regresó al mundo del toro con "The Dangerous Summer" (1960), una crónica sobre la rivalidad entre Antonio Ordóñez –hijo del legendario Niño de la Palma– y su cuñado Luis Miguel Dominguín. Hemingway idealiza en Ordóñez una forma de pureza clásica, y contrapone su estilo al carácter más moderno y espectacular de Dominguín.
Escribía de toros, como lo hacía sobre guerra, muerte o pesca: con una mezcla de respeto y una lucidez apasionada por la intensidad de lo vivido. Hemingway visitó los sanfermines en nueve ocasiones entre 1923 y 1959 (Izu, 2019). Para los pamplonicas –y para los españoles en general– es una mezcla de héroe e intruso. Se le agradece el escaparate, pero lo acusan de haber impulsado la explotación turística del festejo.
Para Hemingway, la tauromaquia no era un espectáculo: era una prueba. Una forma de estar ante el mundo. Como ha señalado Ricardo Marín Ruiz, en sus relatos y crónicas se advierte una constante: el torero representa una ética, una gramática del valor . Cada pase, cada decisión, cada herida, son gestos ante la muerte. Y ese es, para Hemingway, el centro de todo (Marín Ruiz, 2011).
Jeffrey Meyers lo formula con contundencia: España le ofreció al escritor no solo paisajes y personajes, sino una forma de asumir el destino (Meyers, 2015). En el ruedo, Hemingway encontró una metáfora viva de aquello que admiraba: temple, precisión, honor, compostura ante lo inevitable. Por eso lo exaltaba, por eso lo defendía.
Este código de honor –tan ajeno a los tiempos de una civilización banal como la del siglo XXI– conecta de forma natural con el ethos del aficionado taurino mexicano: la búsqueda de autenticidad, el respeto al toro íntegro, la admiración por quien se la juega sin aspavientos. Frente al showman, el hombre. Frente al artificio, la verdad. Frente al algoritmo, la cicatriz.
Hoy, cuando los Sanfermines se transmiten en vivo al mundo, y Pamplona se ha vuelto una feria global, conviene mirar atrás. No con nostalgia, sino con inteligencia. Hemingway no vino a transformar la fiesta: vino a entenderla. Y al hacerlo, la hizo universal. Pero también nos dejó una advertencia: si se apaga el valor, lo que queda no es fiesta, sino un simulacro hueco: ruido sin sentido, vértigo sin alma.
Bibliografía
Izu, Miguel (2019). "Hemingway en los sanfermines". Pamplona: Eunate Ediciones. ISBN: 978-84-7768-381-0.
Marín Ruiz, R. (2011). "El tratamiento estilístico de la tauromaquia de la obra de Ernest Hemingway". ENSAYOS. Revista de la Facultad de Educación de Albacete, 26, pp. 97–112.
Meyers, J. (2015). "Hemingway and Goya". Sewanee Review, 123(4), 668-674.