Después de superar con mucha dignidad la tarde de su confirmación de alternativa en Madrid, el matador Diego San Román permanecerá en España a la espera que surjan nuevas propuestas de presentarse como matador en alguna otra ciudad, firme a su intención de abrirse camino en Europa.
Por lo pronto, Istres, en Francia, será la plaza que lo acogerá luego de Madrid, en la corrida matinal el domingo 15 de junio, donde actuará al lado de Miguel Ángel Perera y Christian Parejo, con toros del Puerto de San Lorenzo.
Y es que tal parece que Diego viajó a España con un boleto "sólo de ida", pues presentía que algo bueno iba a suceder el domingo en la décima quinta corrida del abono de la Feria de San Isidro, donde cayó de pie como matador, aunque no cortó orejas.
Su valor y determinación ante dos complicados toros de Fuente Ymbro, sobre todo el que se lidió en sexto lugar, lo mantienen a flote en un medio sumamente competido en el que las oportunidades escasean, y más aún para los toreros mexicanos.
"Las sensaciones que me dejó la corrida del domingo anterior son muy positivas. Estoy contento con lo que hice; satisfecho no, pero contento sí, porque a pesar de las complicaciones en general de mi lote, así como de la responsabilidad de la plaza, lo que pesa este compromiso, lo que es San Isidro, me sentí muy fresco de mente", comentó.
El torero queretano de dinastía destacó que el lote que le tocó tenían lo suyo y que si no hubiera tenido la cabeza fría no les hubiera podido dar un solo muletazo.
"Me percibí con las ideas muy claras y sabiendo perfectamente lo que estaba haciendo. Los toros no eran fáciles. Mi segundo tenía mucho más teclas, más matices, el toro por el lado derecho era uno y solo estaba conmigo y lo único que quería era cogerme y por el izquierdo, enganchándolo a tiempo y sabiéndolo conducir, me daba dos o tres embestidas por ahí que, por el peligro del toro, transmitía".
Las crónicas de los diarios y los portales de internet, además de los comentarios de los aficionados que lo han reconocido en el hotel donde se hospeda, hablan muy bien de su actuación, señal de que logró un buen impacto entre los conocedores y es es algo muy positivo.
"He leído dos o tres crónicas en las que expresan muy bien el tema del valor y de las ideas claras y de mi concepto, y creo que dejé cosas positivas. Ya me habían visto como novillero, pero ahora vengo con un poco más de estructura y orden con lo que hago".
A la espera que además de la corrida en Istres surja algo más por torear, Diego permanecerá en un pueblo de la sierra de Madrid, entrenando y saliendo al campo bravo a tentar, tal y como lo ha hecho con gran disciplina desde hace varios años.
"Todavía no sé si voy a torear otra corrida dentro de la temporada de Madrid, pues eso ya depende la empresa. A ver que va pasando también con mi carrera, ojalá se puedan abrir más puertas que era la intención y tengo confianza en que lo de Madrid me va a servir y las empresas van a voltearme a ver. Tendré que ser paciente y aguantar; seguir tocando puertas y ver qué va saliendo para volver a mostrarme y demostrar cada tarde lo que quiero llegar a ser", expresó.