El sobrino nieto de Efrén Adame "El Cordomex", un torero honrado y valiente a carta cabal, reconoce que el empresario Martín Suárez lo convenció de ir a torear esas dos tardes, que están programadas en Tinún, Campeche, donde este sábado hará el paseíllo con el español Manuel Perera, para lidiar toros de Quiriceo.

"Tengo casi un año sin torear. Mi última corrida fue el 27 de julio en Real de Asientos, en una placita que se recuperó aquí en el estado de Aguascalientes. De pronto decidí apartarme de los toros para crear una distribuidora de una empresa dedicada a la venta de utensilios para cocina de última generación, y eso me ha mantenido sumamente ocupado, por lo que, así, sin más, dejé de torear. Nunca imaginé que eso pudiera suceder, pero a veces las circunstancias de la vida te van llevando por distintos caminos", comentó.

Sin embargo, ahora se encuentra motivado por reencontrarse con su profesión, la que ha desempeñado con entrega, habiendo sido herido de consideración en varias ocasiones, y sin perder de vista que torear es algo que siempre le alimenta el espíritu, como el de este hombre de 32 años que desde niño soñó con toros.

"Me estuvieron llamando hasta que me convencieron, y la verdad es que me halaga poder ir a torear esas dos corridas porque sé que será bonito. Aunque nunca he dejado de hacer ejercicio y ensayar el toreo de salón, no he vuelto siguiera a torear una becerra, así que espero no acusar tanto la falta de actividad".

Con el oficio bien aprendido, pues tomó la alternativa en 2011, y conformó en la Plaza México en 2015, Gerardo todavía conserva las ganas de ponerse otra vez delante del toro, y en breve cumplirá en breve otro importante compromiso...

"Voy a torear y regreso, porque tengo muchas cosas que hacer, y como estoy próximo a casarme, traigo mil pendientes con lo de mi boda, que también me llena de ilusión y estoy muy feliz de dar este paso".

Como "para torear y para casarse hay que arrimarse", reza el conocido refrán, Gerardo Adame es consciente de que la responsabilidad que afrontará en breve, pero con el entusiasmo de pasar por un buen momento en su vida, que al final es lo importante. ¡Mucha suerte, torero!