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Opinión: Un fin originalmente altruista

Martes, 20 Abr 2010    Aguascalientes, Ags.    Xavier González Fisher / Foto: Landín-Miranda   
La Tauromaquia es arte, Fiesta y... compromiso
La historia del toreo contiene un buen número de ejemplos en los que los distintos estamentos de la fiesta se unen para aliviar, satisfacer necesidades o apoyar nobles causas. Es más, en su origen, algunas plazas de toros, como la de Madrid, nacieron a propósito de la satisfacción de las carencias y, en ese caso concreto, fue para asistir económicamente a los hospitales de la capital española.

La profesionalización del toreo y la separación de las autoridades de la organización de los festejos, no dejan sin embargo, que el toreo y sus actores se abstengan de seguir aportando a esas buenas causas y llegan a nuestros días festejos señalados como la Corrida de la Beneficencia, que es, en algunas plazas, el festejo más importante de toda la temporada y en Madrid, sus productos económicos siguen siendo para el Hospital Provincial.

Esa es la tradición, toreros, ganaderos, empresarios, autoridades y afición se unen y entre todos aportan algo, sea para apoyar la sanidad, para satisfacer la necesidad del compañero caído o inhabilitado, sea para aliviar en algo la desgracia en que se encuentran sumidas las víctimas de una catástrofe natural o aún para honrar la memoria de quien, por sus logros, se significó entre sus pares.

Lo que resulta sobresaliente es cuando un solo integrante de lo que se ha dado en llamar la familia taurina realiza actos de esa naturaleza de manera individual. Muchos de ellos se hacen en silencio, sin dejar huella, pero también resienten esa característica de la individualidad, solamente trascienden al beneficiario y aunque ese hecho no les resta el enorme valor que les es intrínseco, su impacto es limitado, reducido.

Cuenta don Miguel Lizón Bartomeu: "Una noche  -el frío va haciendo su aparición en Madrid- José se dirige a su casa, era hora bastante avanzada y…

-Buenas noches, señorito. Usted perdone…

José levanta la vista y ve ante él una mujer joven, hermosa, vestida de luto y se dijo: "¿Una aventura quizá?" No era nada nuevo para él, pero la cara de su interlocutora no parecía de "eso". José le respondió:

-¿Qué desea?

-Usted es Joselito, ¿no?

-Sí, pero…

La mujer le cuenta su desgracia. Es viuda, con dos hijos -varón y hembra-. Desde la muerte de su marido ha tenido que coser para ganarse el sustento. Pero ahora no puede hacerlo porque ha tenido que empeñar la máquina de coser para atender una enfermedad de la niña. Por si esto fuera poco, el casero la amenaza con ponerla en la calle si no paga los alquileres que debe.

-¡Socórrame usted, por el amor de Dios!

Tó! Se arreglará… ¿Dónde vive Usted?

No hubo más. José regresa a su casa y esta vez sus pensamientos se centran en la desgracia de la pobre viuda, joven madre, con la honradez y el pudor suficiente para implorar la caridad sin utilizar su hermosura. Pero… ¿no se tratará de un timo? Estaría bueno que…

Aquella noche se duerme pensando en el incidente de la viuda y muy temprano llama a “Parrita” y le dice:

-Ahora vete a estas señas y averigua si es cierto.

Ya nunca más pasó el casero los recibos de alquiler a aquella buena mujer, porque todos los primeros días del mes los recibía en un sobre. La máquina de coser fue desempeñada; los niños, matriculados en un colegio, y la joven viuda recibió durante bastante tiempo -todo el que vivió Joselito- cinco duros diarios.

Esta anécdota la escuchamos de labios de doña Gabriela Gómez Ortega, hermana mayor de Joselito, quien nos añadió:

Mi hermano José no vio nunca más a aquella mujer, ni siquiera para recibir su agradecimiento… hasta el punto de que cuando, a la muerte de José, Pineda fue a visitarla y le contó lo ocurrido, no salía de su extrañeza. Creo que después volvió a llevar luto por la muerte de mi hermano, que había sido para ella el más puro de los maridos y el mejor de los padres, pues solo conoció su espíritu de caridad y amor de Dios en el prójimo…"

Del altruismo al compromiso

Cuando el altruismo deja de tener como destino causas específicamente determinadas y se dirige a cubrir necesidades generales de una sociedad determinada, se puede decir que asume un compromiso. Este día tuve la ocasión de atestiguar la asunción de uno de ellos, cuando el diestro José Tomás, a nombre de la fundación que ha establecido, signó un convenio con el Ingeniero Luis Armando Reynoso Femat, Gobernador del Estado de Aguascalientes, para proveer 500 becas para estudiantes de bachillerato.

La celebración del pacto podría parecer un movimiento mediático previo a su presentación del próximo sábado en la Plaza Monumental, pero en torno al acto de la signatura sucedieron algunas cosas que me hacen creer en la sinceridad del compromiso y del gesto. José Tomás dijo, entre otras cosas, lo siguiente:

"Quiero agradeceros la oportunidad que me dais de compartir con vosotros los proyectos puestos en marcha por la fundación que presido. Hoy hace 16 años que me vestí de luces por primera vez en esta ciudad, concretamente el día 27 de febrero de 1994… salí vestido de luces del Hotel Francia, donde disfruté de los favores de don Juan Andrea y doña Anita. Ese gran mecenas del toreo que fue don Juan Andrea ya no se encuentra entre nosotros, vaya desde aquí mi recuerdo y mi agradecimiento… Mi primera cornada grave también fue en esta tierra mexicana, precisé una transfusión sanguínea y desde entonces, llevo sangre mexicana en mis venas, en México me hice torero y a México lo considero mi patria adoptiva.

"Qué duda cabe que muchas cosas han cambiado desde aquél día en que llegué a Aguascalientes. Ya no soy el mismo de entonces, bueno, ninguno de nosotros somos los mismos. Entonces tenía 18 años y venía cargado de sueños y de ideales, esto es muy común en todos los seres humanos, pero son pocos los que consiguen y tienen el privilegio de ver algunos de estos realizados. Yo tuve la suerte de lograrlo. Con el acto de hoy quiero compartir con el pueblo mexicano, con sus jóvenes, parte de la suerte que el destino me ha deparado, desde aquí les animo a soñar con ser alguien mejor el día de mañana, por ellos mismos y por este gran pueblo.

"Desde la fundación que presido, creemos que la mejor ayuda que se le puede dar a la juventud es la formación. Como decía Octavio Paz: En cada hombre late la posibilidad de ser otro hombre, otro hombre renovado, otro hombre más preparado, otro hombre con otra visión del mundo, en definitiva, otro hombre con más posibilidades de operación en el mercado laboral y esto se consigue con ilusión, formación y sobre todo, con esfuerzo.

"El próximo día 24 torearé de nuevo aquí en Aguascalientes, igual que aquél torero del 94, con este gesto, quiero unir aquél día del torero que empezaba con el día de hoy, con esta tarea que aquí iniciamos, contribuir a la tarea de la formación de los jóvenes de Aguascalientes. En esta tarea pongo tanta ilusión, como puse entonces, en los comienzos de mi carrera profesional y por supuesto, no escatimaré esfuerzos para su logro…"

El mensaje del torero es claro su intención es compartir algo de lo que ha logrado con aquellos que tienen un sueño por realizar, partiendo de la idea de que en ocasiones los sueños no se realizan si no se tiene en ocasiones el punto de apoyo para iniciar el camino. José Tomás pretende pues, a partir de compartir con los demás, dar ese pequeño empujón que a veces representa la diferencia entre trascender o quedarse varado para siempre, entendiendo, a partir de la propia experiencia, que en ocasiones, no es solamente suficiente el querer ser, sino que se requiere de algo más.

Una vez que concluyó esa ceremonia protocolaria, tuve ocasión de intercambiar algunas palabras con el torero y la realidad es que me proyectó una imagen transparente, sincera en ese propósito; es decir, la idea de anunciar su apoyo económico a 500 estudiantes de bachillerato a partir de su estado de necesidad o de sus logros académicos no es un montaje oportuno, sino un compromiso sincero que se asume con la finalidad de mejorar la vida de las personas que recibirán ese apoyo.

Al final del evento comentaba con César Pastor y con Humberto Moro hijo que es este un caso singular. José Miguel Arroyo "Joselito" tiene una fundación en la que apoya y patrocina el desarrollo del periodismo y la literatura taurina; Julián López "El Juli", con su fundación, se dedica promocionar el desarrollo de toreros en ciernes; ambas causas son loables, pero decíamos: que un torero se acerque a tratar de satisfacer, aunque sea en parte, necesidades esenciales de la sociedad, como lo es la educación, no pudimos traer uno a nuestra memoria y menos, apelando al hecho de aportar recursos propios, sin convocar a alguno otro de los estamentos de la fiesta, de allí el valor intrínseco del hecho que atestiguamos.

Epílogo para abolicionistas

Aquí tienen otro ejemplo de que la fiesta de los toros excede en mucho lo que sucede en el ruedo. También genera compromisos de sus actores hacia los demás integrantes de la sociedad, sobre todo con los que más lo necesitan. Hoy, 20 de abril del año 2010, en Aguascalientes, lo pudimos constatar.

Así que la tauromquia no sólo es arte y Fiesta, sino también... compromiso. Hoy se dio como un fin originalmente altruista.


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