La prensa española valoró la actuación de Eduardo Neyra el día de ayer en Madrid, donde la firmeza y actitud del torero mexicano contrastaron con el complicado juego de los novillos de su lote, y en los siguientes comentarios se puede advertir la entrega con la que afrontó este compromiso.

Se presentó en Las Ventas el mexicano de Durango Eduardo Neyra. Su actuación estuvo llena de actitud con los quites por chicuelinas y saltilleras recetados en sus turnos. Muy dispuesto en sus dos turnos, empezó la segunda de sus faenas -a un sobrero de El Cotillo, muy serio pero sin la desproporción del hierro titular -en los medios de rodillas con un pase cambiado. Al cambiar la trayectoria del toro por segunda vez resultó volteado, afortunadamente sin consecuencias. Esfuerzo sin eco del mexicano que firmó una larga faena al fuerte primero (silencio tras dos avisos y silencio tras aviso).

Mucho peor fue el lote del mexicano Eduardo Neyra, el primero, áspero y sin humillar, se paró pronto, mientras que el manso y complicado sobrero de El Cotillo, que sustituyó al devuelto por flojo titular, terminó defendiéndose con mal estilo. Ante ambos, el mexicano anduvo valiente y sincero en su propuesta. A ese primero lo quiso torear muy despacio, tanto con capote como con muleta, pero la condición del animal le permitió muy pocos instantes de lucimiento. Y con el otro, al que abrió su faena de muleta de rodillas y en los medios para cambiar la embestida por la espalda, se llevó un achuchón escalofriante, cuando realizaba un segundo cambio. Afortunadamente se resolvió milagrosamente para el novillero de Durango, pues el novillo perdió las manos en ese mismo momento y todo quedó en el susto. A partir de ese momento, al novillo le costó la vida pasar de la cintura del torero, que se arrimó y se puso muy de verdad para provocar las arrancadas, sin éxito ni eco.

 Mundotoro

Salió el primer novillo de López Gibaja, un novillo serio y algo vareado, que se movió pero fue protestón en un quite por chicuelinas de Neyra. Brindó la faena al público. Trató de prolongar las embestidas del astado al inicio de faena y estuvo muy firme ante la actitud defensiva del primero. Una faena llena de tesón y firmeza ante un novillo deslucido. Pinchó una vez y tuvo que hacer uso del descabello. Silencio tras dos avisos. El cuarto fue devuelto por descoordinación. Salió un sobrero de El Cotillo al que el mexicano Eduardo Neyra empezó a torear de muleta desde los medios de rodillas, con unos pases cambiados. El novillo no dio opciones al mexicano, que se justificó ante unas embestidas rebrincadas. Silencio.