Juan García "Mondeño" murió a los 89 años de edad su domicilio particular de Sanlúcar la Mayor, Sevilla, a consecuencia de una enfermedad que padeció durante sus últimos años.  Juan nació el 7 de enero de 1934 en el seno de una familia humilde y formado taurinamente en las capeas de diversos pueblos de la España de la época.

Con una fuerte vocación clerical desde sus primeros años, inició como novillero durante los primeros años de la década de los 50, para finalmente en junio de 1958 debutar en la plaza de Las Ventas de Madrid, ante novillos del Marqués de Villamarta.

Juan García Jiménez tomó la alternativa el 29 de marzo de 1959 en la Real Maestranza de Sevilla, cuando Antonio Ordoñez le cedió el toro de nombre "Cañamazo", ejemplar al que le cortó una oreja bajo el testimonio del maestro Manolo Vázquez.

Mondeño confirmó en la Plaza México el 23 de diciembre de 1962, con Jesús Córdoba como padrino ante el toro "Rociero" de 468 kilos, de la ganadería de San Miguel de Mimiahuapam, en aquel momento propiedad de Luis Barroso, con Joselito Huerta quien fungió como testigo.

Sorprendió a todos con una decisión tan inesperada como singular: en 1964 anunció que se retiraba de los ruedos para ingresar como novicio en la orden de los dominicos. La toma de hábitos, a la que acudió vestido de corto, se convirtió en un auténtico acontecimiento nacional.

 Se mantuvo en activo hasta 1970, y ese regreso toreó en México, donde se le apodó "El novicio rebelde". En opinión de Xavier González Fisher, Mondeño tenía por divisa la quietud no desprovista de clase, que para aquellos que buscan antecedentes de las cosas que hoy ocurren, quizás represente una epifanía de lo que varias décadas después será la tauromaquia de José Tomás.