David Vázquez, figura entre los toreros de plata, celebró este 17 de octubre el 40 aniversario en su profesión como picador y qué mejor que lo hizo el domingo pasado actuando en la plaza "Nuevo Progreso" de Guadalajara, ciudad donde reside. A pesar de los años y de que hace tres sufrió una grave fractura en un fémur tentando en la ganadería de Pablo Moreno, de la que afortunadamente se recuperó sin ninguna consecuencia, David no espera colgar el castoreño todavía.
"Debe de llegar un momento que el mismo cuerpo te dice "ya hasta aquí". bendito Dios ahorita no me ha sucedido, se pensó en un momento dado en el año 2019 y sí pensé que ya no habría forma de regresar, pero bendito Dios quedé muy bien, me operaron muy buenos doctores y quedé muy bien, de hecho, no tengo ninguna molestia en la pierna", señaló.
Hace diez años, en ocasión de su aniversario número 30, nos había comentado en una extensa entrevista su ilusión de ir a España, ocasión que todavía no se ha dado, pero quizá en un futuro cercano se pueda dar. Antes la vida le tiene preparada otra sorpresa, ya que al formar parte de la cuadrilla de Arturo Gilio hijo, el picador debutará en la plaza de Acho, Perú, el 13 de noviembre próximo, día en que el lagunero tomará la alternativa en un gran cartel.
"Lo de ir a España sigue siendo todavía un sueño, la ilusión de tener la la oportunidad ahí está y a la mejor no pierdo la esperanza, ya que igual y se cumple ahora con Arturo Gilio cuando vaya a confirmar", agregó.
Vázquez está muy feliz de que su carrera haya sido muy buena hasta ahora y mejor de que le haya tocado vivir una época de grandes figuras como la de los años 80 y 90. Hoy vive y trabaja al servicio de matadores muy jóvenes, que son figuras y que se acercan a él a pedirle consejos.
"Creo que a estas alturas de mi carrera no me falta nada. El otro día platicando con algunos compañeros les decía qué me pueden platicar si yo viví una de las épocas más hermosas de la Fiesta Brava mexicana. No aquellos años 40 o 50, pero estuve colocado con Valente Arellano, desde antes de que fuera matador y hasta el día de su trágico accidente y a partir de ahí he tenido bastantes colocaciones con torero nacionales y extranjeros como el maestro Capea, Jesulín de Ubrique, Morante de la Puebla y desde hace siete años con Andrés Roca Rey".
Siendo un torero de plata, compara su trayectoria a la que se vive con los de a pie, "desde las capeas hasta estar en las grandes ligas". He estado con figuras del toreo en plazas llenas y con carteles de mucho tronío. Imagínate todo lo que he vivido dentro de mi profesión, es algo hermoso que no lo cambiaría por nada y si volviera a nacer pediría ser picador otra vez", agregó.
Sobre esta relación ahora con las figuras jóvenes, David se sincera y comenta que alguna vez le dio un consejo a Roca Rey que lo hizo pensar y que seguramente lo sigue llevando a cabo.
"Un día me dijo que a él no le gustaba que a sus toros le pegaran demasiado, ya que le gustaba más que el toro fuera. Le dije: "como picador estoy a lo que tú me pidas, lo único que yo te pido es que, si a un toro se le pega poco, déjalo que pelee un poquito en el caballo, deja que el toro se destronque, sobre todo el toro mexicano".
Cuenta que Roca Rey le preguntó ¿ qué era destroncar?, y le explicó.
"Le dije que el toro cuando pelea con el caballo su fuerza está en el cuello a la hora de estar peleando con el caballo y que ahí el toro se esfuerza tanto que ya no es tanto el castigo que uno le dé con la puya, para descongestionarse, pero realmente donde a un toro se le pica es en la pelea con el caballo, maniobrar el caballo en abrir y cerrar para que el toro ahí rompa y a los matadores ya su embestida sea todavía más templada, porque el toro ya en la fuerza que tiene en el cuello la va a emplear.
Se quedó con esa inquietud y preguntó a veterinarios y a la siguiente vez que vino me dijo: "David que razón tenías".
Dijo que también Arturo Gilio le ha hecho algunas preguntas relacionadas con la pica.
"Le he dicho que los toros te van diciendo desde que salen qué es lo que quieren. Cómo derrotan en un burladero, cómo te embisten, si va muy arriba o muy abajo, si entierra los pitones en la arena… etcétera. Lo único que me he atrevido a decirle a muchos toreros es: "ya lo vi, déjame hacer mi trabajo", y bendito Dios, hasta la fecha no he fallado, son mínimas las veces. Toda esa experiencia te la va dando el tiempo. No nace uno sabiendo esto, si no conforme vas y de verdad te gusta esto, vas aprendiendo", señaló.
Así es como mejor se siente David al llegar a 40 años de su profesión. Siendo útil todavía a caballo y qué mejor que enseñándole a los toreros jóvenes, aún figuras, el mejor provecho que se le puede sacar a un toro desde la suerte de varas, para su lucimiento y triunfo en las plazas.
¡Enhorabuena, Maestro!