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Ruedo: Juegos malabares

Miércoles, 03 Mar 2010    México, D.F.    Heriberto Murrieta / Récord   
La columna del miércoles

Recientemente este servidor, convertido en empresario por primera y única vez, organizó un festival para celebrar sus 25 años en la crónica taurina y se encontró con una larga lista de pendientes en los que jamás había reparado.

Entre otros aparecían: los toros, el embarque, las guías, el flete, el desembarque, los toreros, el orden de lidia, el juez, los timbaleros, el rotulista, las divisas, el torilero, el caballo de pica, los picadores, las banderillas, los banderilleros, los monosabios y el mariachi, sin contar la comida y la bebida del guateque posterior. Pero la logística es lo de menos: con buena organización y el apoyo de gente con experiencia todo se resuelve.

Lo verdaderamente complicado de montar un festejo radica en tener que lidiar con distintas voluntades humanas. Y con el taurineo. En el caso del festival de marras no hubo dificultades para diseñaar el cartel ni para conseguir la respuesta afirmativa de los actuantes sobre la procedencia del ganado a lidiarse, pero entrar a dicho berenjenal nos llevó a reflexionar sobre lo intrincado que puede llegar a ser rematar un cartel.

Vamos a suponer que a un empresario se le ocurre una combinación. Hace trabajar el magín, se quema el seso y apunta en su libreta una tercia y una ganadería. Pero luego llega el apoderado y le dice que su torero no alterna con fulanito, que el ganado es demasiado grande y que no vaya a ser que salga bravo. Entonces todo se atasca. Esta situación se repite "n" número de veces a lo largo de una temporada. El empresario, convertido en receptor de inquietudes, malabarista de caprichos, catalizador de  reacciones, debe respirar hondo y utilizar la mano izquierda para no volverse loco.

En un escenario ideal, dicho personaje está para interpretar los deseos del público y presentar un espectáculo de categoría a la altura del importe del boletaje. Pero eso es casi imposible. Hasta en el tiempo presente, por ridículo que parezca, donde no tenemos figuras. Ahora entiendo mejor a los hombres del escritorio.  

Surtido

Después de la terminaciínn de la Temporada Grande en la Plaza Mexico, Unicable presentara seis programas taurinos de una hora de duración.

Los temas son: el arte del rejoneo, centrado en la figura histórica de Pablo Hermoso de Mendoza; el toro bravo mexicano, con imágenes de la ganadería de Xajay y una entrevista al ganadero Javier Sordo, así como la explicación de cómo se realiza la ceremonia del sorteo; los embajadores del toreo mexicano, con entrevistas a Arturo Macías, Alejandro Amaya y Joselito Adame, quienes harán campaña este año fuera de México; los indultos en la Plaza México, con entrevistas a los autores de faenas que desembocaron en el perdón de la vida de toros famosos a lo largo de la historia del coso metropolitano; el arte de Humberto Peraza, con las aportaciones del octogenario escultor yucateco, y un último tema por designar. Se transmitirán cada domingo a partir del 14 de marzo a las 6 en punto de la tarde.

Incierto

Una de las grandes dudas sobre el futuro de Hilda Tenorio como matadora de toros gira en torno a que tanta actividad tendrá después de recibir el doctorado el domingo pasado en la Plaza México de manos de Manolo Mejía.

Seguramente interesara a empresas y públicos pero habrá que ver si los matadores aceptan alternar con la michoacana, que entro por la puerta grande en la historia del toreo con el corte de una oreja a su segundo toro de la vacada de Autrique en el coso metropolitano.


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