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"He aprendido a valorar más la vida": Mata (video)

Jueves, 25 Feb 2010    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif / Foto: cortesía Jorge Mata     
Amor a la Fiesta
El día de ayer se cumplieron tres años de la gravísima cornada que sufrió el matador Jorge Mata en Villahermosa, Tabasco, en la que el pitón de un toro de Cerro Viejo seccionó la femoral, safena e iliaca, percance que hasta hoy sigue teniendo consecuencias.

Luego de 30 cirujías a las que ha sido sometido, la tibia de Jorge Mata sufre una osteomelitis crónica, es decir, una infección que le carcome el hueso. Hace poco tiempo estuvo en Estados Unidos, en Phoenix, Arizona, donde los médicos le dijeron que esta infección ya no se le quitará y recomiendan amputar la pierna.

"La infección ya no se puede erradicar y, para mejor calidad de vida, me recomiendan amputar de la rodilla para abajo. Yo ya lo estoy analizando para poder tomar una decisión este mismo año", comentó Jorge.

Serio y como si lo estuviera volviendo a vivir, Jorge Mata recuerda el duro trance por el que pasó aquel 24 de febrero de 2007, día en el que alternaba con Pablo Hermoso de Mendoza y Manolo Mejía, algo que no acostumbra contar a los medios de comunicación:

"Le estaba pegando una tanda con la derecha hacia el final de la faena. Había un poco de aire y se desacomodó el ayudado; se desenganchó la muleta y sólo quedó un trechito, y así, sin espacio para reponerme, me quedé en la suerte y el toro me echó mano y sentí que me metió el pitón hasta la cepa en el muslo derecho, y ya en el suelo me pegó una zarandeada tremenda y me fracturó dos costillas".

De inmediato, Jorge Mata intentó ponerse en pie y, al no poder, comprendió que era una cornada muy seria,en la que perdió cerca de cinco litros de sangre.

"Vi el chisgete de sangre y supe que era cornada de femoral. El maestro Pablo metió su puño en el boquete para taponearme y llegaron las asitencias. Cuando iba en la ambulancia, pues no había enfermería, caí en la cuenta que era una cornada mortal, sentía que se me iba la vida, y ese es un momento que recuerdo a diario, no hay día en que no me pase por la cabeza", expresó.

Tres meses internado en un hospital de su natal Torreón, con la pierna gangrenada y en riesgo constante de amputación, Jorge vivió momentos muy complicados. Pero dentro de todo lo malo, también la vida sabe sacar cosas positivas.

"Estos tres años he aprendido a valorar más la vida, verla desde otro ángulo y madurar. Pese a que ya no pude volver a ejercer mi profesión de matador de toros, sigo disfrutando la Fiesta, nunca me ha llegado la amargura", explicó.

Además, ha podido sentir el apoyo de mucha gente del medio taurino, algo que lo pone feliz y en franco agradecimiento.

"Mucha gente me ha ayudado, ha habido festivales benéficos, en fin, agradezco a la Asociación de Matadores, a los empresarios, a mis compañeros toreros y a todo el gremio taurino. Por apoyo no he parado gracias a Dios, además de toda la ayuda de mi familia", dijo con emoción.

Su paisano, el también coahuilense Jorge de Jesús "El Glison", que pasó por una situación similar, lo ha apoyado mucho y aconsejado.

"Él me ha aconsejado mucho, me llama, ha venido a Torreón, en fin. De hecho él me dice que ya opte por usar una prótesis, que me voy a sentir bien y podré realizar muchas actividades, incluso torear", comentó.

Actualmente, Jorge Mata trabaja en la Dirección Municipal del Deporte, en Torreón, y además hace empresa colaborando con el matador Arturo Gilio y, por su cuenta, también ha montado algunos festejos.

Ejemplo la fuerza para reponerse de este serio percance y seguir adelante, sin amargarse, en el camino de la vida. Sin resentimientos contra la Fiesta, la ama igual que siempre.

"Cuando uno toma la decisión de dedicarse profesionalmente al toreo, se asume el riesgo de que te juegas la vida y éstas cosas pueden pasar. Ahora, hay que seguir adelante", sentenció con firmeza.


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