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Ruedo: Capotes vibratorios

Miércoles, 17 Feb 2010    México, D.F.    Heriberto Murrieta / Récord   
La columna de este miércoles

El nerviosismo se apoderó de la plaza. Los lidiadores no hallaban cómo torear  aquellos torazos de Xajay, el domingo último en el coso metropolitano. Semblantes reflejaban inseguridad y manos trémulas sujetaban capotes vibratorios.

Cuando los toreros de oro y de plata se veían desbordados, entre tumbos, desarmes, banderillas de sobaquillo y espantadas, brillaba la serenidad de un hombre con sitio: Alberto Preciado.

El experimentado subalterno se anticipaba a las intenciones de aquellos auténticos toros enviados por Javier Sordo, que nos recordaron cuan alcahueta es nuestra Fiesta y cuántas concesiones suele dar el toro que habitualmente se lidia en nuestras plazas, en el marco de la ley del menor esfuerzo.

Si acaso cabría reprocharle a Alberto el no haber orientado a Pepe López sobre la lidia que debía dar a los dos contrarios de su lote, que demandaban faenas quebrantadoras, por la cara, de pitón a pitón.

Diría después Preciado que ese tipo de procedimientos no gustan a los públicos actuales. Y es que los espectadores están acostumbrados al toreo bonito ante un toro con poca sustancia. Asumimos que en México se lidia un toro joven y a veces olvidamos que tiene más mérito lo que se le hace al animal con edad.

Decíamos en la crónica correspondiente que las reses de la ganadería anticomercial de Xajay no resultaron fáciles. Los toros, cuando cumplen la edad adulta, casi nunca lo son. Antes al contrario: se orientan. El encierro, serio y cuajado, evidenció la falta de costumbre de enfrentar al verdadero toro. No quiero decir que la corrida haya resultado demasiado buena y extraordinariamente toreable.

Hemos visto toros de Xajay con más recorrido y definición hacia la bravura, para no ir más lejos en el mano a mano de José Tomás y Arturo Macías en noviembre pasado; pero es importante subrayar la imagen de respeto, el interesante juego y la sensación de peligro proyectada toda la tarde por los cuatreños de la divisa verde y rojo que, al aparecer por la puerta de toriles, levantaban un clamor. 

Gesta

Tal como adelantamos en este espacio, para cerrar la Temporada Grande, tentativamente el 7 de marzo, se lidiará en la Plaza México un encierro de sangre española de la ganadería de Barralva. Mariano Ramos es el candidato número uno para encabezar el cartel y así despedirse con categoría del coso donde conquistó triunfos de gran resonancia con base en su incalculable poderío.

Tendría sentido abrochar su carrera con un encierro con catadura, él que siempre les pudo a los toros. Diestro antidramático de extraordinarios conocimientos técnicos que ahora frisa los sesenta años de edad, no debe dudar en ver esta corrida como su última gesta.

De llegar a un acuerdo con la empresa, el colombiano Luis Bolívar también estaría colgado del cartel, faltando un espada para redondear la atractiva combinación. El 28, la michoacana Hilda Tenorio recibiría la alternativa de manos de Manolo Mejía.

Amaya, ya

El tijuanense Alejandro Amaya tendrá intensa actividad este año en el extranjero, decidido a dar ese paso grande que necesita su carrera. Hace unas horas se definió el cartel de su presentación en la ciudad andaluza de Espartinas, al sur de España, el domingo 14 de marzo.

Saldrá por delante el espectacular rejoneador portugués Diego Ventura y a pie Alejandro actuará mano a mano con el valenciano Enrique Ponce. Los toros serán de la ganadería gaditana de Santiago Domecq. Amaya aparecerá en un programa de televisión dedicado a los jóvenes valores mexicanos con presencia en el extranjero, que se transmitirá próximamente a través de Unicable.

h.murrieta@diariorecord.com
 


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