De nueva cuenta la ganadería brava mexicana se encuentra de luto al fallacer la noche dominical doña Rosa María Ibarguengoitia, viuda de Avila, e hija mayor del matrimonio del inolvidable ganadero de San Antonio de Triana, don Manuel Ibarguengoitia Llaguno y doña Rosa María Cortazar.
"Rosita", como se le llamaba con cariño, fue la hija mayor y al lado de sus 7 hermanas (Araceli, María del Carmen, Bertha, Lucía, Alejandra, María Antonieta y Mónica) se convirtieron en propietarias de la dehesa zacatecana.
Además, Rosita fue cuñada del matrador Manolo Martínez, que casó con su hermana Bertha.
La tarde del lunes se ofició una Misa en el Templo Parroquial de Nuestra Señora de Fátima y sus restos serán cremados.
Le sobreviven tres hijas y dos nietos, María José, María del Mar y María Fernanda quien procreó dos hijos.