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Efemérides: Una corrida triunfal

Sábado, 12 Dic 2020    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
Se cumplen diez años de una artística tarde no exenta de polémica
El día de hoy se cumple una década de la confirmación de Arturo Saldívar en la Plaza México, ratificación de doctorado que tuvo lugar el domingo 12 de diciembre de 2010, día en el que comenzó una historia que ha tenido momentos de gran altura entre el hidrocálido y el coso de Insurgentes.

Aquel mismo día se vivió una de las mejores faenas de los últimos tiempos en la Plaza México. Sebastián Castella se encontró con el toro "Guadalupano", al que regaló tras no tener suerte con su lote, y bordó una obra cumbre que derivó en el indulto del ejemplar de Teófilo Gómez.

Pero vayamos por partes. Ante unas 16 mil personas en los tendidos del coso monumental, el francés Castella le cedió a Saldívar el toro "Peregrino", número 651 y con 530 kilos, un cárdeno oscuro de la ganadería de Teófilo Gómez. El testigo de la ceremonia fue el tlaxcalteca José Luis Angelino.

Ante este toro, un muy joven Saldívar estuvo firme y regaló los mejores pasajes toreando al natural. Y como remató de una gran estocada, le fue concedida una oreja, la primera de su vida como matador de toros en la capital de la República Mexicana.

Arturo llegó a la confirmación a los pocos días de haber tomado la alternativa, hecho que tuvo lugar el 31 de octubre de 2010, en Guadalajara, Jalisco, de manos de Eulalio López "Zotoluco" y el propio Castella. Saldívar, que fue un novillero muy importante y con sólidos triunfos en México y España, le cortó las orejas a un toro de regalo, de Santa María de Xalpa.

En cuanto a Sebastián Castella, bordó de principio a fin al mencionado "Guadalupano", un cárdeno oscuro marcado con el número 635 y 500 kilos de peso. El maestro francés hizo las cosas siempre con mucha suavidad y el arte brotó de sus muñecas en un nivel superlativo.

El toro de Teófilo Gómez tuvo clase y mucha duración, embistiendo como bendito a la muleta de un Castella que se emborrachó de torear. El júbilo en los tendidos no se hizo esperar y finalmente el juez de plaza concedió el indulto, polémico como casi siempre suelen ser éstos.

"Guadalupano" fue el indulto número 26 en la historia de la Plaza México. El primero fue "Muñeco", de Ernesto Cuevas, el 15 de abril de 1951, lidiado por Luis Procuna, quien desobedeció a la autoridad y se tiró a matar. El último hasta el momento es "Siglo y Medio", de Piedras Negras, lidiado por Gerardo Rivera el 5 de enero de este 2020, el indulto número 34.


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