La Casa Real Española confirmó la comunicación que sostuvo el rey Felipe VI, con Antonio Bañuelos, nuevo presidente de la Unión de Criadores de Toros de Lidia, quien le manifestó su preocupación por el impacto ocasionado a raíz de la pandemia, el cual supera los 77 millones de euros en pérdidas hacia el sector.

Bañuelos consideró que la crisis provocará efectos negativos sobre las ganaderías, espacios que verán mermada su producción extensiva, además de los severos daños al medio ambiente con pérdida de biodiversidad, sin contar los empleos directos e indirectos de mano de obra especializada que se vieron afectados.

Se expuso ante el monarca sobre la importancia del toro bravo para la celebración de espectáculos taurinos, los cuales aportan al Estado, una derrama económica que asciende a los 140 millones de euros por concepto de IVA, siendo con ello el segundo espectáculo cultural con mayor número de espectadores.

Por lo anterior, Bañuelos insistió en la necesidad de ayudas directas, así como diversas medidas de reactivación que a su vez fueron solicitadas al Estado y a las comunidades autónomas, para que tanto los ganaderos como los profesionales de la industria puedan paliar las consecuencias de la crisis que prevalece.