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Espuerta: La idea ganadera

Domingo, 04 Ago 2019    CDMX    Heriberto Murrieta | Especial   
"...A quienes aludo son aquellos que a través de sus empadres..."
Hay criadores que pareciera que piensan como toreros, debiendo hacerlo en función de su filosofía. Quizá cabría establecerlo de esta manera: el ganadero debe pensar como ganadero, sin dejar de tomar en cuenta al torero, que finalmente es quien va a torear a su toro.

El criador no quiere quedarse con sus reses en la dehesa, quiere que se lidien, las quiere vender, busca recuperar la inversión realizada para darles espacio, cuidados y alimentación, y sentir una plena realización y orgullo como criador de toros bravos.

Bravos, subrayo, porque cuando piensa dar gusto al torero sacrificando casta y bravura, dulcificándolo o “domesticándolo”, está traicionando la esencia del protagonista del espectáculo.

A quienes aludo son aquellos que a través de sus empadres han llegado a un animal noble, suave, pastueño, dócil, con poca acometividad; un socio colaborador que termina por no decir nada, por aburrir con su poca exigencia y su nula transmisión.

Aunque el toro no necesariamente debe ser un "enemigo" del torero (como suele decirse en la terminología taurina), tampoco debemos aceptar esa cooperación "borreguna" que lleva a los aficionados a decir que podrían bajarse al ruedo a pegarle pases al cornúpeta de entra y sal que está viendo lidiarse. Esa es claramente una exageración, pero el sólo hecho de pensarlo hace dudar sobre la raza, la casta y la bravura.

El ganadero no debe abandonar sus ideales con tal de que a sus animales los toreen los toreros de moda. Ese pensamiento burdamente comercial es uno de los cánceres de la Fiesta porque trae consigo la pérdida de la sensación de peligro en las plazas mexicanas. El peligro de disminuir el peligro.

Lo ideal es que encuentre un equilibrio entre lo que él pretende y lo que los toreros anhelan, pero sin dejar nunca de priorizar el atributo fundamental que es la bravura. Cuando esto sucede, el espectáculo pierde significado y fuerza, trascendencia y fondo, interés y emoción. Sin la bravura, el toreo no se convierte en una pantomima, como dijera Menéndez Pelayo, pero ciertamente ve menguado su contenido. Echar agua al vino siempre será un atrevimiento imperdonable.

Ahora bien, hay ganaderos que están casados con un concepto inamovible y no tienen ningún interés en modificar el fenotipo ni la conducta de sus toros, como los señores Miura, a quienes visité recientemente en tierras sevillanas. Enlotar a un toro descomunal como el que lidió Rafaelillo hace unas semanas en Pamplona parece una locura, un despropósito, pero existe un puñado de toreros y un público para eso.

Ganaderos pues, que piensen siempre en su concepto sin perder de vista ni mirar de soslayo al hombre que, vestido de luces, intentará crear arte con su toro; el torero, que buscará limar sus asperezas y aprovechar sus virtudes.

¿Misión imposible? ¡En lo absoluto! Ahí están muchos criadores para confirmar que se puede tener éxito con un toro que sabe para qué trae los pitones. Es posible que la expectativa del aficionado, la del ganadero y la del torero confluyan en la creación artística.

En algún punto se cruzan los gustos y las aspiraciones de quienes hacen posible esta fiesta apasionante.

Gesta

En los próximos días, el matador hidrocálido Arturo Macías verá anunciado su nombre en un cartel del "Desafío Ganadero" del próximo mes de septiembre en la plaza de Las Ventas de Madrid. El año pasado ya le entró a ese difícil toro en el coso titular del mundo con los hierros de José Escolar y San Martín. Gestas con poco público, pero que sin duda visten a quienes las afrontan.

Caribeño

José Tomás vacaciona con su familia en Cancún, Quintana Roo, lejos del bullicio de las plazas. Cambió las muletas por las toallas, el albero por la blanca arena (con sargazo) del Caribe. El enigmático diestro pasa inadvertido con su proverbial discreción, él que es un referente histórico de la tauromaquia, una celebridad en toda la extensión de la palabra. ¿La de Granada fue la única corrida que toreó este año?, ¿cuándo lo volveremos a ver en algún coso?

Delicado

El ganadero Rodolfo Vázquez se encuentra delicado de salud desde hace varias semanas en su casa de San Jerónimo Lídice, al sur de la Ciudad de México. Un abrazo a Chacho con nuestros mejores deseos de una pronta y completa recuperación.


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