Banners
Banners
Banners

Espectro Taurino: Clase y pureza

Sábado, 10 Nov 2018    CDMX    Jorge Raúl Nacif | Opinión   
"...esa huella imborrable que dejó en su paso por los ruedos..."

El 10 de noviembre de 1991 confirmó su alternativa en la Plaza México el maestro madrileño José Miguel Arroyo "Joselito", presentación en un coso que con el paso del tiempo sería importante para él y en el que se llevaría los máximos trofeos en el año de 1996.

El marco de la ratificación del doctorado fue en un cartel de importancia, con dos figuras mexicanas. Fue Mariano Ramos el encargado de cederle los trastos al, en aquel momento, joven matador ibérico, mientras que por testigo fungió Miguel Espinosa "Armillita".

Los toros para aquella corrida procedieron de la ganadería de De Santiago y el ejemplar del doctorado llevó por nombre "Motorcito", con 506 kilos.

Joselito ratificó en la Plaza México luego de cinco años como matador de toros, pues tomó la alternativa el 20 de abril de 1986, en la plaza de Málaga, llevando como padrino a Dámaso González y como testigo a Juan Mora, ante toros de Carlos Núñez. Al toro de la ceremonia le cortó una oreja.

Antes de pisar el coso de Insurgentes, ya había confirmado en Las Ventas de Madrid. Esto tuvo lugar el mismo año de su alternativa, 1986, el 26 de mayo, dentro de la Feria de San Isidro. Curro Romero fue el padrino, mientras que Paco Ojeda atestiguó una ceremonia que se llevó a cabo ante un toro de Aldeanueva, al que le cortó una oreja.

Era el maestro Joselito un torero que desde esa edad mostraba su importante proyección de figura, de la mano incondicional de su apoderado y padre adoptivo Enrique Martín Arranz. Nacido en Madrid el 1 de mayo de 1969, salió cuatro veces por la Puerta Grande de la plaza de Las Ventas.

El rabo que referíamos en la Plaza México, coso en el que confirmó hace 24 años, fue al toro "Valeroso", de De Santiago, el 25 de febrero de 1996, al que cuajó de principio a fin con pureza y emoción, en una de las grandes faenas de los últimos tiempos en suelo mexicano.

Luego de una trayectoria en la que se consolidó como figura, anunció su retirada definitiva a principios de 2004. Desde ese entonces ha toreado algunos festivales y, en junio de 2014, reapareció de luces por única ocasión, en Istres, tarde en la que cortó cuatro orejas y un rabo.

Hoy en día va avanzando en su faceta como ganadero, permaneciendo siempre ligado a la Fiesta y manteniendo esa huella imborrable que dejó en su paso por los ruedos.


Comparte la noticia