El año 2009 para los mexicanos en Europa será recordado como el del debut con caballos del continuador de la dinastía Silveti, Diego, hijo del Rey David y que ha iniciado ya su etapa como novillero formal.

Diego Silveti debutó el pasado 26 de agosto en la localidad de Casavieja (Ávila), tarde en la que dejó un grato sabor de boca y dio una vuelta al ruedo, llevándose desfortunadamente una cornada de dos trayectorias en la pierna derecha.

"Debutar con picadores era un sueño pendiente, lo afronté con toda la ilusión y pude concluirlo bien. Me siento satisfecho conmigo mismo, porque las cosas rodaron bien y fue una tarde importante", comentó a Mundotoro minutos después de ese festejo.

Esa tarde alternó con Román Pérez y Pablo Lechuga, ante un complicado encierro de Villalobillos.

Su reaparición no tardó mucho, pues el 10 de septiembre ya estaba toreando en San Martín de Valdeiglesias (Madrid), donde alternó con Pablo Lechuga y Juan Carlos Varela, lidiando novillos de Montalvo. Esa tarde, Silveti paseó la primera oreja de su vida, y única en su temporada europea.

Dos días después hizo el paseíllo en Peralta (Navarra), donde tuvo un agran actuación pero dejó escapar un triunfo importante debido a sus fallas con el acero.

Finalmente, en Guadarrama (Madrid) el 5 de octubre, Diego Silveti toreó su última novillada de este año en España, donde la cuenta se saldó en silencio tras aviso en ambos enemigos, luego de no estar fino con la espada, aunque dejó detalles muy toreros.

El balance final es de cuatro novilladas y una oreja, números un tanto fríos para la estupenda calidad taurina que dejó el heredero de la dinastía Silveti.