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La actuación de Joselito ante la prensa española

Domingo, 20 May 2018    CDMX    Redacción | Foto: Archivo   
Un recorrido por diferentes medios de comunicación

La actuación de Joselito Adame en la plaza de Las Ventas de Madrid generó diversas reacciones por parte de los cronistas de varios medios, mismas que se agrupan en la siguiente información para tener una visión más clara de lo que se redactó sobre el torero mexicano.

Andrés Amorós (ABC):

"He dejado para el final a Joselito Adame. El segundo se crece en el caballo, mete bien los riñones. Parean muy bien Miguel Martín y Fernando Sánchez. El toro repite, con suavidad y nobleza, se come la muleta, transmite emoción. El diestro comienza haciendo la estatua, muestra su oficio pero poco más, la faena va a peor.

"En el quinto vivimos el momento más interesante de la tarde. Se le recibe con protestas. ¿Por qué? Porque se aburren y porque han visto la tablilla, 506 kilos; si no, creo que no lo harían. Ya se ve para qué poco sirve. Además, el toro se frena, mansea claramente, cocea en el caballo y las protestas aumentan. Un irónico vecino se pregunta: ´¿Se devolverá otra vez a un toro sólo por manso?´ Gracias a Dios, no se ha repetido. De hecho, el manso, yendo hacia chiqueros, embiste fuerte al picador de reserva.

"El toro está muy suelto y Adame comienza intentado hacer la faena habitual, con derechazos y naturales, en el lugar de siempre: como es lógico, el toro sigue yendo a su aire y no pasa nada. Mediada la faena, cambia de táctica y hace lo que debía haber hecho desde el comienzo: aceptar que el toro vaya a su querencia, sujetarlo por bajo, pelearse con él; es decir, lidiarlo. Para sorpresa de muchos, resulta, entonces, que el toro sí embiste, saca casta, transmite emoción. Mata bien y corta la oreja.

"Aunque algunos protesten el trofeo, la mayoría se ha emocionado como si hubiera visto algo insólito. Sin quitarle mérito al oficio y la decisión de Joselito, la realidad es que ha hecho lo que tantas veces ha supuesto un triunfo grande, en Las Ventas: Paco Camino, Capea, Roberto Domínguez, Fernando Lozano, Enrique Ponce, Roca Rey, bastantes más…"

Zabala de la Serna (El Mundo):

"Puntuó el alcurrucén que hacía segundo. Girón, chorreado, bajo, fino de pitón. Notables hechuras. Una pintura. Tanto celo en el caballo llevó a que cobrase tres puyazos en uno. Sin salir del peto. Joselito Adame vio las posibilidades. Que las entendiese todas fue otra cosa. Del inicio por estatuarios se desprendieron un puñado de ricos adornos por bajo. El toro viajaba pronto, largo y descolgado. Adame no le cogió el aire siempre.

"Ni el sitio para dejársela en la cara. Un circular invertido con la obediente embestida más queda. Despidió la arrítmica faena por manoletinas. Quizá faltó en la raza del toro el ritmo que tampoco le dio. O la profundidad de los míticos de la casa. De esos del tranco más horadando el ruedo. Aun así fue notable. Recogió el torero de México los cuajados aplausos en el tercio como consuelo. Más unánime sonó la ovación para Segoviano. Ninguna como la que escucharon Miguel Martín y Fernando Sánchez con los palos.

"Cuando saltó el quinto a la arena, se comprendió pronto que entró a última hora por alguna de las bajas. Feas las hechuras de la bestia. Toro al carrer. Bou de las calles. No quería trato con nadie. Volvía grupas y se volvía al revés. La faena de Joselito derrochó fe. Paciencia y tenacidad. Hasta que no lo metió en la muleta no cejó en su empeño. Sin quitársela de los ojos, cerca de chiqueros. Embebiendo la mansedumbre.

"Palpitaba un mérito tremendo en todo aquello. En las tres series de encelar y tirar de la osamenta cornuda. De esperarla y provocarla. Y pasaba por allí. Embestir es otra historia. El ´7´ recriminaba cosas. A saber qué. Un zambombazo con la espada tiró sin puntilla al manso. Delantera la colocación. Sitio mortal el rincón. La oreja más trabajada de toda la feria sembró la polémica. Avivada por los más reacios frente a la mayoría. Que sintió el verdadero esfuerzo y lo recompensó en justicia".

Patricia Navarro (La Razón):

"Joselito Adame jugó con la fe, porque fue dueño de ello mucho más que las 22.000 personas que le acompañábamos en la plaza, se adelantó a nuestras aspiraciones y nos ganó la partida. Algo así debió ocurrir. Manseó el toro con ganas, descaro incluso, como si no se avergonzara dentro de su condición de toro bravo porque, además, su encaste Nuñez se lo permite.

"Cuando Joselito Adame le obligó ya a vérselas a solas, siguió el toro los mismos patrones a la huida. La tecla vino con el cambio de terrenos y dejándole al toro elegir, le correspondió el animal la generosidad descolgando algo la cara en el viaje, lo que en verdad ya había hecho en el capote y con repetición. Cuando el espectador ya había desconectado de la faena, cosió el mexicano un par de tandas sólidas, muy centradas con el toro, reunidas y solventadas con mucho oficio, con las que logró meter al unísono al toro y al tendido en la canasta.

"Fue una faena de torero hecho, de ir haciendo al animal, de participar en la magia de los terrenos que confluyen con las energías del toro y hacen de pronto el toreo posible. Y lo hizo. Después de la seguridad que imprimió al trasteo, se fue detrás de la espada muy de verdad, con la misma verdad que el acero se fue abajo, caidita, eso sí de efecto fulminante. Se le pidió el trofeo. Y se le concedió. Con protestas en este caso. Y cuestionable el lugar exacto de la espada, la faena no tuvo fisuras en esta ocasión.

"Remendaba las grietas que había dejado en el segundo, que fue el toro con más nota del encierro. Se desmonteraron con él Miguel Martín y Fernando Sánchez tras exponer al parear. Tuvo el toro movilidad y repetición y más entrega por el pitón diestro. Por ahí sostuvo Adame la mejor tanda, después del comienzo por estatuarios. Cuando cambió al pitón zurdo no le cogió la medida, tenía el animal menos cualidades, y tiró el mexicano por una faena de recursos, de circulares y manoletinas sin una estructura real que la mantuviera en pie".

Gonzalo Bienvenida (Aplausos):

"Un auténtico pavo fue el lucero segundo. Ancho de sienes y con longitud de pitón. Otro toro que no rompió hasta la muleta. Antes lo había cogido arriba Óscar Bernal y tuvieron que saludar tras un gran tercio de banderillas Miguel Martín y Fernando Sánchez. Al toro le faltó humillación pero todas sus embestidas tuvieron importancia.

"Lo aprovechó Adame, que inició la faena por ajustados estatuarios que remato con trincherillas y pases de la firma. Con la mano derecha encontró el acople el mexicano que lo engancho a su altura para luego exigirle. Humilló menos por el izquierdo. Joselito Adame estuvo muy dispuesto y por encima del toro de Alcurrucén. La contundente estocada cayó un punto desprendida.

"Mucho mérito tuvo la faena de Joselito Adame al quinto de la tarde que fue premiada con una oreja. El toro, estrecho de sienes y enseñando las palas, fue huidizo de salida. En el capote de Adame se frenó y regateó con dificultad. No fue fácil sujetarlo en banderillas y con el mismo aire continuó en la muleta. Se salía desentendido de los muletazos hasta que Joselito Adame lo cambió de terrenos con unos doblones.

"Ya en los terrenos del 2 y del 3 logró encontrar la tecla de la ligazón dejándole la muleta siempre en la cara del toro que respondió con humillación. Inteligente el mexicano que supo aprovechar la nobleza huidiza del toro. El final también fue por precisas dobladas. La estocada fue de efecto inmediato".


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