Con 50 años recién cumplidos, poco más de mil corridas toreadas y una carrera triunfalmente concluida, el matador Eulalio López Díaz regresó al lugar que prácticamente lo vio nacer, al sitio en el que por primera vez se pensó y se sintió torero y donde fue bautizado como Zotoluco.
Ahí, en el municipio de Xalostoc, Tlaxcala, en el rancho Axopico, se enclava desde hace 110 años la ganadería de Zotoluca, donde sus tíos y familiares más cercanos vivieron, trabajaron y se entregaron a esta casa ganadera.
Hoy su propietaria, Alicia Vázquez Paredes, y su sobrino Rafael Coca Vázquez, le abrieron nuevamente sus puertas, esta vez para rendirle un homenaje y perpetuar el nombre del matador en la plaza de tientas, que a partir de hoy así se llamará.
En un acto sencillo pero muy emotivo, y rodeado de algunos amigos cercanos a la dehesa de Zotoluca, Eulalio develó una placa de talavera con su nombre, para luego "tirarse" al ruedo que hace más de 40 años lo vio soñar e ilusionarse en que algún día sería una figura del toreo.