Arturo Saldívar asimila el toreo sin prisa, con paso firme, asentando bien las zapatillas sobre la arena y pensando fríamente delante de los novillos. Por ello resultó triunfador de la séptima novillada de la temporada tapatía al cortar una oreja de ley.

Si bien Saldívar no ha tenido el rodaje europeo de sus compañeros de Tauromagia Mexicana, El Payo y Mario Aguilar, es uno de los novilleros, junto con Montoyita que en la raquítica bajara nacional se le ve mayor avance y hoy lo demostró con una faena bien planteada con valor sereno e inteligencia para llevar al sosito novillo de Chinampas.

El trasteo del aguascalentense tuvo, desde el inicio, estructura que mantuvo con la muleta; distancia correcta y largueza en el pase, además de la estética que ha caracterizado, solo que con mayor verdad.

Salió decidido a lograr un triunfo al iniciar con un cambiado por la espalda en el centro del ruedo y sin moverse ejecutar algunos péndulos y justo en el último, el astado se le venció y le infirió una cornada cerrada, que incluso el propio torero parecía no darse cuenta. Basó su labor con la derecha y corrió la mano con tersura y largueza, por lo que el público se le fue entregando poco a poco.

Encomiable fue que, pese a una fortísima voltereta y estar seminoqueado, no hizo aspavientos y se fue por derecho tras la espada, sepultándola hasta el pomo, por lo que el burel rodó sin puntilla, mereciendo una oreja de peso.

Alfonso Mateos está influenciado por “El Pana”, aunque no es un imitador del torero de Apizaco porque tiene sello propio y personalidad. Ofreció quizá una de sus tardes más completas en el Nuevo Progreso, aunque se fue de la plaza sin las peludas.

Sus dos intervenciones tuvieron aroma y empaque, aunque quizá la de mayor entonación fue la del quinto, en la que aprovechó el buen son del astado, instrumentando muletazos de gran profundidad y estampa, aunque le faltó un punto mayor de fibra para romper por completo. Su entrega encontró respuesta en los tendidos, que reconocieron el esfuerzo del poblano incluso ovacionándolo tras los yerros con el pincho.

Sin lote propicio, el colombiano Fernando Alzate nuevamente se mostró como un torero pensante y de buenas hechuras, que agrada a la gente, pero por más que intentó poco pudo hacer.

Ficha

Séptima novillada de la temporada 2008- 2009. En tarde agradable y ante un tercio de entrada se lidiaron novillos de Chinampas, de buenas hechuras, aunque carentes de fondo, de los que sobresalieron 1º y 4º. Pesos: 400, 405, 455, 430, 450 y 420 kilos. Arturo Saldívar (berenjena y oro): silencio y oreja tras aviso. Alfonso Mateos (lila y pasamanería en blanco con cabos negros): Ovacionado en ambos. Fernando Alzate (blanco y plata): palmas tras aviso en ambos. Destacaron en varas Héctor “El Nono” Cobos y David Vázquez. Por los de a pie, buena brega de Diego Bricio y Fermín Quiroz, quien saludó en el tercio junto al aspirante Héctor Rojas por un buen tercio de banderillas en el 6º. Saldívar sufrió una cornada cerrada en la ingle izquierda.