Banners
Banners
Banners

Tauromaquia: Mexicanos en San Isidro III

Lunes, 04 Jul 2016    Puebla, Pue.    Horacio Reiba | Opinión   
La columna de este lunes en La Jornada de Oriente
Del San Isidro mexicanista de los primeros años 70 nada queda, salvo como punto de inflexión. El resto del siglo XX, y aún después, la feria del santo madrileño ha sido un páramo para nuestros toreros. Ignorados olímpicamente durante las fugaces y fracasadas gestiones de Diódoro Canorea y Martín Berrocal al frente de Las Ventas, al tomar Manolo Chopera las riendas del coso debió acordarse de tiempos mejores y se apresuró a anunciar la confirmación de César Pastor (con "Pelele", de Martínez Benavides, 15-05-82), además de probar con el joven más en forma de la baraja mexicana. Ése era Jorge Gutiérrez y a nadie defraudó al presentarse en Madrid –sin rodaje previo en otras plazas y hasta se les fue por delante a Manolo Vázquez (padrino) y Antonio Chenel "Antoñete" (testigo): saludos a la muerte de "Berlinés", el cuajado ejemplar de Celestino Cuadri de su confirmación, y una vuelta a la muerte del sexto (22-05-82); no sería todo, al día siguiente cobraba la oreja de su primero de Moreno Silva y si no abrió la puerta grande fue porque al otro lo pinchó.

Chopera se animó entonces a reprogramarlo para dos tardes de la isidrada de 1983, con el añadido, también por duplicado, de Miguel Espinosa "Armillita" –confirmó con "Piconero" de Gabriel Rojas, también por mano de Manolo Vázquez, 25-05-83– y de Manolo Arruza, éste a una sola tarde, de corte torista (con las divisas de Pablo Romero y Murteira Grave). Chasco. Entre los tres aztecas ni una salida al tercio. Y de ahí en más, la sequía.

Intentó romperla David Silveti, pero su única tarde en Las Ventas se saldó con aplausos –al confirmar con "Huidizo" de San Mateo, padrino Tomás Campuzano y silencio a la muerte del quinto, de San Marcos. Lo único memorable fue el cartel de aquella corrida, sin duda la más internacional en la historia de Las Ventas: cuatro toros mexicanos (dos de San Mateo y dos de San Marcos, las vacadas jaliscienses de Ignacio García Villaseñor), dos portugueses de Samuel Lupi, y formando terna con el rey David un hispano, el citado Campuzano, y el francés Nimeño II. El plan inicial de lidiar completo el encierro de San Mateo lo desmontó el reconocimiento veterinario. La mezcla ganadera salió dura y los diestros sudaron la ropa.

Los noventa

En la última década del siglo la empresa venteña pasó a manos de los hermanos Lozano, que para abrir boca se acordaron de Eloy Cavazos, gracias al cual un mexicano pudo volver a tocar pelo en Madrid: tras una promisoria reaparición –al lado de Roberto Domínguez y José Miguel Arroyo "Joselito", en su segunda salida, Eloy desorejó al cuarto, de Los Bayones (01-06-91).

También figuró en dos buenos carteles Miguel Espinosa, que a diferencia de Cavazos se iría en blanco, en ese y en los demás sanisidros en que participó (1993, 95 y 97), siempre por partida doble, en buenas fechas y sin lograr ni una modesta salida al tercio; sufrió, en cambio, el percance más grave de su vida cuando una banderilla casi lo degüella mientras muleteaba a un cornalón astado de la divisa de Garzón (02-06-95). Miguel se despidió de los madrileños en la Corrida de la Prensa de 2001 y estuvo tan gris como de costumbre. En doce tardes solamente dio una vuelta al ruedo, perdida en el verano del 83.

Los hermanos Lozano también recurrieron más de una vez a Alejandro Silveti, aunque siempre a una fecha y con encierros duros. Gustó al confirmar (14-05-94, con "Pastelero", de Peñajara, y por David Luguillano) y al año siguiente se fajó a ley con un marrajo de José Escolar, por lo que tuvo petición y dio vuelta al anillo (14-05-95); no fue venturosa, en cambio, su última comparecencia, pues a juicio de la crítica desaprovechó un bravísimo cárdeno de Partido de Resina (02-06-96).

Tampoco lució, ese mismo año y pese a recibir trato de figura, el tacubense Manolo Mejía, indeciso con los de Valdefresno y lesionado al banderillear al primero de Celestino Cuadri a invitación de Luis Francisco Esplá, que desorejaría al más bravo de la feria, "Poleo", del lote de Manolito. Antes, Mariano Ramos tuvo una desafortunada y fugaz reaparición en 1993, ante morlacos decimonónicos de Murteira Grave y Celestino Cuadri, y Eulalio López "Zotoluco", anunciado para abrir la isidrada del 97, poco pudo hacer con ganado intratable de José Escolar. Pero tocaría al mismo Eulalio pasear la última oreja concedida a un mexicano dentro del siglo XX, la del cuarto, de nombre "Relicario", de una corrida de El Puerto de San Lorenzo con la que Enrique Ponce y Manuel Caballero se fueron en blanco (22-05-2000).

El nuevo siglo

No empezó bien ni para Armillita (2001) ni para Cavazos (2002) ni para Leopoldo  Casasola, conmocionado por el primer novillo que le soltaron en la isidrada de 2001, aunque se ponderó su valentía. Tampoco sacó los pies del tiesto Zotoluco cuando lo llamaron a despachar toros de Miura –ganadería ausente hacía doce años de Las Ventas, y tuvo que pechó con dos sobreros no miureños (02-06-04). Un año después, volvería a estrellarse, lo mismo que Ponce y Julián López "El Juli" –la segunda y última vez que alternó con figuras tras cometer el desacato aquel de la oreja del año 2000– ante una corrida de El Puerto de San Lorenzo impuesta por el valenciano y muy protestada por su absoluta falta de trapío (23-05-05).

Tuvieron que transcurrir ocho años del presente siglo para que un novillero de Querétaro, Octavio García "El Payo" diera un buen aldabonazo ante encastados utreros de La Quinta: en su primero perdió apéndices por pinchar, el otro lo hirió de gravedad cuando quitaba por espaldinas (19-05-08); al confirmar en el siguiente San Isidro, apadrinado por Miguel Abellán y con señores toros de Peñajara (20-05-09), dio una vuelta al ruedo. En 2010 tocó turno a Arturo Macías, cuya probada valentía sólo le sirvió para taparse, con ganado difícil de Martelilla –lo confirmó Abellán, 11-05-10– y El Cortijillo. Ese año compareció también, sin mayor suerte, el novillero hidrocálido Arturo Saldívar, triunfador del verano anterior.

Apariencias que engañan

En 2011, la publicrónica nacional coreó a Manuel Martínez Erice poco menos que como benefactor y mecenas de nuestra tauromaquia, y todo porque se permitió programar a cinco paisanos, incluidas las confirmaciones de Saldívar (15-05-11) y Joselito Adame (25-05-11). Ambos anduvieron bien –Arturo, incluso, cazó posterior sustitución, pero el que más cerca estuvo de tocar pelo fue el entonces novillero tlaxcalteca Sergio Flores, sólo que la autoridad desoyó unánime petición tras notable faena a un utrero de Montealto (23-05-11); Diego Silveti, el otro novillero mexicano en liza, muy valiente con los de El Ventorrillo (30-05-11).

Y a Ignacio Garibay le perforó el muslo un marrajo de Partido de Resina con 672 kilos de peso (22-05-11). No obstante la pobreza de resultados, la empresa reincidió –más por abaratar la papeleta que por otros móviles, y en 2012 daría cabida a ocho nombres de mexicanos –récord absoluto para San Isidro. Eso sí, a una sola aparición por coleta y en carteles poco apetecibles, de modo que sólo pudieron compartir frustraciones Saldívar, El Payo, Zotoluco, Fermín Spínola y Garibay; de nuevo, el mejor fue el novillero Sergio Flores –otra petición desatendida por el palco, 25-05-12. Sin pena ni gloria confirmaron sus alternativas Juan Pablo Sánchez (por Morante de la Puebla y con "Danzarín" de Juan Pedro Domecq, 23-05-12) y Diego Silveti (por Sebastián Castella y con "Tarifeño" de Núñez del Cuvillo, 24-05-12).

¡Por fin

Pero en la isidrada de 2013 iba a quebrarse un maleficio que duraba todo el siglo XXI, y hasta tres mexicanos pudieron pasear apéndices. Uno Diego Silveti (19-05-13, de "Orador", de Bohórquez, bajo una fuerte tormenta) y Arturo Saldívar (28-05-13, de "Afrentoso", de El Ventorrillo) y, dos Joselito Adame (4 y 7 de junio, a una oreja por tarde), que a punto estuvo de abrir la puerta grande; Sergio Flores, valiente y torero, resultó herido por el de su confirmación (de Juan Manuel Criado, padrino Uceda Leal, 06-06-13) y Juan Pablo Sánchez estuvo borroso el día 7, que asimismo rompía con 60 años sin dos mexicanos en un cartel madrileño –El Cid, Joselito y Juan Pablo con toros de Alcurrucén–.


No obstante, para 2014 Taurodelta decidió cerrar su grifo mexicanista, limitado a Silveti –sin suerte en su única actuación– y Adame, anunciado  tres tardes, y cuya cosecha se redujo a una fortísima petición de oreja, desoída por el presidente (14-05-14). Volvería el hidrocálido, ya torero de Madrid a esas alturas, y desorejó al sexto de El Montecillo (17-05-15), tercer apéndice suyo en Las Ventas, suma no alcanzada por mexicano alguno desde los años de Cavazos, Rivera y Lomelín, principios de los 70 del siglo anterior. En 2015 también comparecieron, a una tarde por coleta y sin mayor fortuna, Saldívar, Silveti y un muy entonado Payo.

Como todo mundo sabe, Diego y Octavio se anunciaron para el San Isidro de este año, pero al salmantino le soltaron una torada imposible de Flor de Jara y El Payo se quedó vestido y alborotado cuando un diluvio suspendió su corrida. Por su parte, Luis David Adame, cambiando oreja por cornada (16-05-16), se convertiría en el novillero de la feria. Mientras su hermano Joselito quedaba fuera del ciclo, ya que la empresa insistió en desconocerle méritos adquiridos y sólo le ofrecía fechas, alternantes y ganado de segunda.

Comparativo

Por las 70 ferias de San Isidro hasta hoy habidas (1947-2016) desfilaron 35 matadores y nueve novilleros aztecas –cuatro de ellos regresarían ya matadores. En el mismo período, confirmaron alternativa en la Plaza México 147 diestros hispanos, a los que hay que sumar los seis veteranos que lo habían hecho antes en el viejo Toreo.

Usted dirá, a la vista de tales cifras, si es posible hablar de reciprocidad.


Comparte la noticia