El comentario de Juan Antonio de Labra (audio)
Jueves, 16 Jun 2016
México, D.F.
Juan Antonio de Labra | Opinión
Sobre la incertidumbre que existe alrededor de la Plaza México
El tiempo pasa y de la nueva empresa de la Plaza México todavía no hay noticias oficiales. Los rumores y las especulaciones se ciernen sobre el coso de Insurgentes, y lo único que se sabe con claridad es que Rafael Herrerías ya dejó su puesto dentro de la empresa que encabeza Miguel Alemán Magnani.
Para no variar, como ha sido durante tantos años, la imagen pública de la plaza se encuentra a la deriva. Por el momento, nadie da la cara para avisarle a la afición, que parece les importa muy poco, el rumbo que tomará la gestión del coso más grande del mundo.
Y no comprenden que la única incertidumbre buena es la que emana de la corrida en sí misma, ese sentimiento nervioso de no saber qué va a pasar cada vez que suena el clarín. Pero ya a estas alturas del año, en que faltan poco más de cuatro meses para que arranque la Temporada Grande, tendría que saberse quién es el encargado de organizar la siguiente campaña.
Se supone que será el ganadero de Xajay, Javier Sordo, el nuevo socio de Miguel Alemán, lo que ya ocurrió en la temporada 98-99, cuando Pepe Martínez Vértiz fungió como gerente del coso puesto por Xavier Sordo para cuidar sus intereses.
Ahora inclusive se habla de que además de Pablo Álvarez "Palillo", que ha trabajado con dedicación desde hace un par de años, se sumará el empresario y apoderado español José María Garzón. Y todo eso está muy bien, pero lo trascendente es que ya se supiera cuál será el proyecto que van a presentar y qué harán para que La México proyecte una imagen pública fuerte y decidida.
Es el momento de dar un golpe de timón, una vez fuera de la escena Herrerías, para cambiar la imagen pública del espectáculo en la capital mexicana, sobre todo ahora en que va a redactarse una constitución para la nueva Ciudad de México, concebida como un estado, y en la que podría haber sorpresas desagradables para la fiesta de los toros.
Porque no hay que olvidar que hace unas cuantas semanas, el PRD se declaró como un partido antitaurino, y al tener la mayoría en la asamblea de la legislatura que redactará esa carta magna local, la Fiesta está sumida en una grave desventaja.
El hecho más alarmante es que la pasividad de los taurinos es pasmosa. Siguen creyendo que aquí no va a pasar nada, y nunca antes los toros se habían visto amenazados de manera tan fehaciente en una época en que parece más relevante hacerse los misteriosos y seguir jugando a las escondidillas.
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