Miguel Ángel Perera evoluciona muy bien de la grave cornada en el vientre sufrida hace unos días en la plaza de Salamanca, y ya comenzó a dar sus primeros pasos dentro de la habitación, lo que sin duda representa una halagüeña mejoría en estos cuatro días de mucha preocupación.

Según el médico Luis Ortega, jefe de los servicios médicos del coso de "La Glorieta", el torero extremeño no ha presentado signos de infección o hemorragia, por lo que su estado de salud sigue avanzando paulatinamente, y aunque Miguel Ángel ya quiere irse a su casa, todavía es preciso esperar algunos días ya que aún tiene colocados los drenajes.

Por ahora ya está ingiriendo algunos líquidos y en breve se le podrá suministrar una dieta blanda, además de que está realizando algunos ejercicios de contracciones isométricas para acelerar el proceso de recuperación.