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Tauromaquia: De México a Madrid

Lunes, 11 May 2015    Puebla, Pue.    Horacio Reiba | Opinión   
El espacio de cada lunes en La Jornada de Oriente

Mal fario para los mexicanos en San Isidro. Ni Adame ni El Payo ni Saldívar, encartelados en las tres primeras de feria, han topado con un solo burel medianamente aprovechable. Sí los tuvieron, ayer, Eugenio de Mora y Morenito de Aranda, que cortaron una oreja, mientras Saldívar chocaba contra un doble muro de mansedumbre, de Revesado y Valdefresno.

El sábado, El Payo había estado por encima de dos insípidas moles de Fuente Ymbro y de un público injustamente desdeñoso y frío, que sólo tuvo ojos para “Agitador”, el alegre 2º , un ensabanado que hizo pagar muy cara a Paco Ureña su falta de sitio. Ni siquiera el gran quite del queretano a este ejemplar mereció de los madrileños una respuesta adecuada.
 
La víspera, en la apertura de feria, ninguna oportunidad había encontrado Joselito Adame, pues un geniudo y difícil lote de El Cortijillo y Lozano Hermanos le vedó, como ya temiésemos, toda ocasión de lucimiento, mientras Juan del Álamo, cuya buena fortuna en los sorteos empieza a ser legendaria, se alzaba con la primera oreja del ciclo.

Pero al margen de la desdichada tarde del hidrocálido –volverá a partir plaza en Las Ventas el domingo 17, aunque la divisa anunciada, El Montecillo, tampoco promete mucho, hay que mencionar que sus reiteradas presentaciones madrileñas (nueve como matador más otras tres de novillero) lo ponen a la par con Miguel Espinosa y su docena de comparecencias ante la principal taurocátedra del planeta, reiteración un tanto inexplicable si tomamos en cuenta que, a lo largo de seis isidradas (entre 1983 y 2002), el hijo del maestro Fermín no consiguió ni una modesta salida al tercio.

Antecedentes: remotos y no tanto

Desde luego, estas cifras, notables para los tiempos que corren, de ninguna manera podrían equipararse a los 81 paseíllos madrileños del leonés Rodolfo Gaona (1908-1919) –súmele tres más, dos en Tetuán de las Victorias y otro en la inauguración de la chata de Vista Alegre o los 25 de Fermín Armilla (1928-1945), afectados por ocho años de suspensión del intercambio taurino México-España. Sin embargo, caben perfectamente en la órbita de las 14 actuaciones de Carlos Vera "Cañitas" (1944-51) –el mexicano con más paseíllos en Las Ventas, como me aclarara atinadamente Xavier González Fisher, las once de Joselito Huerta (más otras dos como novillero, entre 1955 y 65), diez de Curro Rivera (1971-77), nueve de Juanito Silveti (1951-54) y ocho de Eloy Cavazos, que tuvo alguna más en Vista Alegre (1971-2002).

El Ciclón y Lomelín, con marca perfecta

Es famoso el revuelo causado por Carlos Arruza nada más presentarse en Las Ventas (18-07-44); lo que poco se sabe y menos se ventila es que, en lo sucesivo, tocaría pelo en cuanta ocasión toreó para los madrileños: no fueron más que cinco (1944-46), pero sumó en ellas nueve apéndices y tres apoteósicas salidas por la puerta de Madrid, a cambio de una cornada de escasa importancia en corrida del Montepío de Toreros (03.10.46).

Y con Antonio Lomelín otro tanto, puesto que en sólo tres comparecencias (1970-71) obtuvo seis orejas y abrió dos veces la puerta grande, estando a punto de hacerlo nuevamente en la famosa corrida de Mimiahuápam  (22-05-71). No en balde, la crítica española recordó, la tarde misma de su confirmación, cuando arrolló en los tres tercios  (28-05-70), al finado Ciclón Mexicano. Da qué pensar que ninguno de los dos volviera a partir plaza en Las Ventas, aunque, ciertamente, Arruza lo hizo en calidad de rejoneador –en la corrida de Beneficencia de 1957, justo antes de que el Sindicato del Espectáculo, azuzado por los “caballeros” en plaza españoles, le prohibiera continuar desarrollando dicha modalidad, para no ir en detrimento, decían, tanto de los "ases" de a pie como de las "figuras" de a caballo.

Breve balance de logros

Estadísticamente, sin embargo, es Lorenzo Garza el mexicano que paseó mayor número de apéndices en las dos plazas madrileñas –la desaparecida de la Carretera de Aragón y Las Ventas: ocho orejas de novillero y siete y un rabo de matador (1933-45). Por nueve de Arruza padre y Curro Rivera, ocho de Armillita, seis de Eloy y Juanito Silveti, cuatro de Gaona y Luis Freg, tres de Cañitas, dos de Juan Silveti Mañón, Heriberto García, Jesús Solórzano (cortó tres más de novillero), Fermín Rivera, Manuel Gutiérrez "Espartero", Joselito Huerta y Joselito Adame. La lista de matadores aztecas con una oreja en Madrid agrega 15 más a los logros de un total de 87 confirmados en la Villa y Corte. Y eso sin contar las 65 obtenidas por novilleros nuestros en distintas épocas en las dos plazas madrileñas de mayor rango, más las que entre matadores de toros y de utreros hayan podido pasear por el anillo de la carabanchelera Vista Alegre.

Ello a cambio de más de treinta cornadas sufridas por mexicanos en la capital de España, varias de ellas muy graves (dos a Luis Freg y Sergio Flores, y las de Juan Armilla, Heriberto García, Cañitas, David Liceaga –en terna con Heriberto y Armillita, 17-04-32, Diego Arenas, José Huerta, Jesús Peralta, Guillermo Sandoval, Eloy, Adrián Romero, Rafaelillo, Miguel Espinosa –herido en el cuello por una banderilla, San Isidro 95 y El Payo). Dos, infortunadamente, serían mortales: la de Miguel Freg por el novillo "Saltador" de Contreras (12-07-14) y la Ernesto Pastor por un toro de Villagodio (05-06-21). También falleció en Madrid el texcocano Carmelo Pérez pero de neumonía (18-10-31), derivada de las heridas que le infligiera en la pleura el trágico "Michín" dos años atrás, en El Toreo. 

Cuatro rabos a mexicanos
 
Sabido es que en la capital de España el otorgamiento de rabos está prácticamente proscrito, al grado que el juez que le concediera a Palomo Linares el último de una muy corta lista fue defenestrado de inmediato. Y sin embargo, dos mexicanos recibieron dicho trofeo en la plaza vieja, par de veces El Soldado, ambas de novillero, (29-07-34 y 23-08-34), y antes de Luis el hidalguense Heriberto García de uno de Bernaldo de Quirós que lo hirió gravemente al matar recibiendo (30-04-30); ya en Las Ventas, Lorenzo Garza se lo cortó a un ejemplar de Trespalacios (29-09-35).

Faenas de dos orejas

Tenemos documentadas dos de Armillita, Garza (sin contar la del rabo), Arruza y Curro Rivera, y una de los Juanes Silveti –El Meco y Juanito, Solórzano padre, Cañitas, Lomelín y Cavazos. Además de las que pasearon de novilleros El Tato, Solórzano, Luciano Contreras, Lorenzo, Luis Castro –con dos rabos, José Ramón Tirado y Antonio Sánchez "Porteño". 

Y en diferentes épocas han abierto la puerta de Madrid Garza seis veces, Armillita y Arruza tres, Rodolfo Gaona, Juan Silveti Reinoso, Antonio Lomelín , Curro Rivera y Eloy Cavazos dos, y una por coleta Luis Freg, Juan Silveti Mañón, Heriberto, Solórzano, Cañitas y los novilleros El Tato, El Soldado, Luciano Contreras, Miguel Ángel, Tirado y Porteño.

Los bañó Sergio
 
El cerrojazo a la feria poblana –una vez más lleno El Relicario, pese a la inseguridad climática, típica de 5 de mayo, pecó de largo y previsible. Pocos esperaban que embistieran los de Julián Handam y, en efecto, aunque de galana presencia y pese al poco o nulo castigo en varas, se aplomaron pronto. Como lo de no picarlos no va con Enrique Ponce, el valenciano se quedó sin toros y nos aburrió. Talavante, imaginativo y puesto, exprimió a su soso primero y, con lo justo, le cortó una orejita, a cambio de un aviso y pitos en el otro. Las porfías de Arturo Saldívar, tan dispuesto como siempre, no valían con aquel ganado.

Menos mal que estaba en la plaza un Sergio Flores rebosante de afición. Con el lote más asequible, el tlaxcalteca les pegó un repaso a los maestros, lo mismo bajo el sol que azotado por la lluvia llevó las únicas emociones fuertes al tendido y, como se fue tras el estoque con la misma invariable decisión, salió a oreja por toro y en hombros del costalero de turno, a falta de los capitalistas de antaño.


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