Dentro de su estancia en territorio español, el maestro Eulalio López "Zotoluco" fue invitado a la finca "El Hondillo", propiedad del rejoneador Leonardo Hernández, en Extremadura, en donde ambos toreros se dieron gusto tentando unas becerras a campo abierto.
Zotoluco tuvo oportunidad de montarse a caballo y de disfrutar de una tarde muy campera, en la que el maestro Leonardo Hernández padre dio una cátedra del acoso y derribo.
Después de la faena campera, la familia Hernández invitó a comer a Zotoluco y a su apoderado Alonso Cuevas, al ganadero José Marrón y su hijo, donde se alargo la tertulia hasta ya entrada la noche hablando de toros y disfrutando de una estupenda tarde.