Banners
Banners
Banners

Ovaciones en Sevilla durante el cierre de San Miguel

Domingo, 28 Sep 2014    México, D.F.    Redacción | Foto: Arjona | Toromedia   
Castella firmó una bonita faena

El cierre de la feria de San Miguel y del abono sevillano no pudo ser triunfal porque los toreros no tuvieron materia prima apta para ello. Las ovaciones que escucharon El Cid, Sebastián Castella y Escribano, fueron la única recompensa positiva en una tarde marcada por el escaso juego del ganado, aunque los tres toreros hicieron cosas destacadas en el ruedo, brillando El Cid con el capote, Castella en la faena a su primero y Escribano por su entrega en los dos de su lote.

El Cid toreó con temple a la verónica al primero de la tarde rematando bien en los medios. El toro puso en aprietos a la cuadrilla por su dificultad y El Cid lo entendió bien en las dos primeras series. En la tercera se vino a menos el de Daniel Ruiz y cuando cogió la zurda se rajó por completo. Mató de estocada. Silencio.

El cuarto se lastimó nada más salir y quedó inútil para la lidia. En su lugar salió un sobrero de Juan Pedro al que El Cid toreó muy bien a la verónica. Brindó a su banderillero Boni, que se retira este año, y las dos primeras series con la derecha fueron ligadas y tuvieron buena compostura. En la tercera el toro comenzó a apagarse y, aunque siguió intentándolo, no pudo lograr que la faena levantara vuelo. Mató de buena estocada y fue ovacionado.

Castella firmó un bonito comienzo de faena en el segundo, toreando con compostura. Las dos primeras series fueron ligadas y calentaron el ambiente. Cuando toreó con la zurda el toro se vino abajo y al volver a la derecha buscó el arrimón. Pinchó y tuvo que descabellar. Ovación.

El quinto se paró ya en el tercio de  banderillas y aunque Castella pretendió sacarle partido, pudo más  la sosería del toro de Juan Pedro Domecq que el interés del torero. Mató de metisaca.

Escribano se fue a portagayola y después toreó muy bien a la verónica en el tercero. El toro peleó bien en dos puyazos y el torero de Gerena brilló con los palos, especialmente en el tercer par al quiebro sentado en el estribo. Comenzó la faena con pases cambiados por la espalda y después de un par de series con la derecha, el de Juan Pedro se vino abajo e impidió mayor lucimiento. Estocada y ovación.

También se fue a portagayola en el sexto, sin lograr la brillantez que en su primero por falta de colaboración del toro. En banderillas logró caldear el ambiente y en el comienzo de faena fue derribado por el toro con los cuartos traseros, sin consecuencias. El de Parladé apenas aguantó tres o cuatro muletazos antes de pararse. Escribano lo intentó pero sin fortuna. Mató de buena estocada.


Comparte la noticia